Se mal entiende que la comunicación es un intangible de poco valor porque se fundamenta en información: palabras, imágenes o sonido, las cuales fácilmente “se las lleva el viento” o se pierden en la memoria. ¿Está errada esta consideración? básicamente no. Entonces, ¿qué hacer o cómo proceder para que la comunicación no sea un intangible volátil con resultados poco confiables y nada ciertos? Responder acertadamente a ¿por qué y para qué comunicar? es uno de los caminos que nos llevará a transformar la comunicación en resultados. ¿Por qué comunicar? ¡Cuidado! En mis conferencias cuando pregunto “¿por qué ha venido usted?” las respuestas giran en torno a: para aprender sobre, para actualizarme en, para conocer a profesionales de mi especialidad, etc. Estas respuestas, siendo reales, están totalmente equivocadas. La pregunta ¿por qué? se relaciona con qué ha sucedido en el pasado para que usted se encuentre en un determinado sitio o momento. Usted puede estar en mi conferencia porque desconoce el tema, porque es nuevo en el país y no conoce a otros profesionales de su ramo, porque su jefe le obligó a ir, etc. Recomiendo que, ahora que lo tiene claro, aplique esta pregunta a varios sucesos en su vida; por ejemplo: ¿por qué está leyendo este artículo? ¿por qué usted visita con mucha frecuencia Roastbrief? ¿por qué sus clientes llegan, compran y no vuelven? ¿por qué hay alta rotación de personal? ¿por qué asegura que tiene una propuesta de valor para el mercado y tiene poca demanda? ¿por qué la reputación de la marca de su competencia es más positiva que la suya? Extendiendo esta pregunta a nuestra tema asociaríamos la pregunta ¿por qué comunicar? con estas otras:
- ¿Qué le está sucediendo a su empresa para necesitar comunicarse? Sea específico.
- ¿Con quién debe comunicarse? Sea específico.
- Específicamente con esa persona o público ¿qué ha sucedido? Sea específico.
- ¿Qué factores internos y externos ha influenciado en su empresa para que esté en esa determinada situación por la cual debe comunicarse?
- Si se comunicó antes con esa persona / público, ¿qué resultados tuvo? Sea específico.
Al contar con las respuestas a estas y otras preguntas suyas, usted tendrá no la fotografía sino la radiografía de la situación pasada por la cual quiere comunicarse, y está listo a analizar otra pregunta clave. ¿Para qué comunicar? Sí, ¿por qué? se asocia con el pasado, ¿para qué? con el futuro; es decir ¿qué desea usted que suceda en el futuro con la decisión que pretende tomar? Usted ya se dio cuenta que las anteriores respuestas equivocadas a ¿por qué está usted en esta conferencia? realmente eran respuestas acertadas a ¿para qué está usted en esta conferencia? Aplicándola a nuestro fin, debería entonces responder con claridad, aplicando la fórmula SMART (Específica, Medible, Alcanzable, Realizable y en un Tiempo determinado), ¿para qué comunicar? Recomiendo que se apoye en las siguientes interrogantes:
- ¿Quién se va a comunicar y con quién?
- ¿Qué medios va a utilizar para comunicarse?
- Si hubo una comunicación previa con esta persona / público, ¿va a utilizar las mismas tácticas?
- ¿Cuál es el momento preciso para comunicarse con esta persona?
Luego de tener sus respuestas, cierre el círculo del éxito comunicacional volviendo a preguntar ¿por qué? Es decir:
- ¿Quién se va a comunicar? resp: Juan XX – ¿por qué esta persona específica?
- ¿Cuál es el momento preciso para comunicarse con esta persona? resp: al salir de la junta – ¿por qué?
¡CUIDADO! Estas dos preguntas, de apariencia sencillas, son muy poderosas. No solo le permitirán alcanzar alta eficacia comunicacional (logro de los objetivos) sino también alta eficiencia comunicacional (gestión de recursos). Imagen cortesía de iStock
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