Leyendo hace algunos días la revista Forbes, me topé con la dura realidad en la que se encuentra mi país y seguramente con el caso de muchas naciones de Latinoamérica y cito: “La moneda mexicana sufrió una depreciación de 16.68% frente al dólar durante el año. La divisa que más perdió fue el real brasileño, con una devaluación del 50.67%.” Pronto en mí surgió la duda ¿Qué le vamos a vender a alguien cuyo salario mínimo no es mayor de los $70 MXN (alrededor de 4 dólares americanos)? No habían pasado muchos segundos cuando también llegó la respuesta: de sueños e ilusiones como hasta ahora lo hemos hecho. Y es innegable esta cruda realidad, pues a pesar del bajo salario del mexicano en comparación a sus similares del norte no falta quien se dé el lujo comprando lo más novedoso en tecnología, artículos de cuidado personal y si son más acaudalados le regalaron un automóvil a su hija adolescente último modelo no importando las deudas adquiridas para el presente año. ¿Pero qué hay del otro gran porcentaje de la población? ¿Qué se puede vender en un país donde el 46.2% es pobre? Insisto, de sueños e ilusiones como hasta ahora lo hemos hecho. Pero hasta donde alcanzarán estos “sueños e ilusiones” en la vida del mexicano promedio para poder tener una vida digna. ¿Cuántas horas de trabajo cuesta el Iphone de última generación? ¿Cuántos días de salario mínimo alcanzan para comprar el último y novedoso aparato para bajar de peso mientras echamos raíces en la sala viendo el televisor? No lo sabemos pues a final de cuentas nuestro target no se encuentra en ese sector de la población. Usualmente esto se encuentra en los briefs de las agencias: Nuestro target es la población juvenil de entre 16 a 33 años, con gusto por la moda, la tecnología y las redes sociales; a lo cual le agregaría desempleados o con salarios por debajo de la ley, escolaridad trunca, con aspiraciones de grandeza pero con presupuesto corto al terminar la quincena. Emprendedores, ahí les va una idea gratis. Empiecen a pensar en negocios en cuanto educación, salud y arquitectura sustentable; no se dejen envolver por la bolita de los medios sociales pues a final de cuenta solo son eso, medios. Aunque no por ello negaremos la eficacia de su difusión. Las ideas anteriores son algunas de las que podrían causar un mayor impacto a nivel social como país, pues serían un motor económico que poco a poco nos sacaría a flote. No tomen esto como si viniera de parte de alguien pesimista sino de alguien que a cada instante desea poner los pies en la tierra, por si fuera poco; este año será electoral en gran parte del país y ya sabemos todo lo que esto implica, así que consideremos estos factores sociales para el buen cumplimiento de nuestras funciones. Feliz y exitoso 2016. AUTOR Isaí Velázquez Romero Estudié Ciencias de la Comunicación y Publicidad pero soy egresado de la licenciatura de Diseño Multimedia. Desde hace 10 años me he dedicado a la música y la composición, pero desde hace 3 me he convertido en un amante de la planeación y la estrategia en el diseño y la publicidad. Imagen cortesía de iStock
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