No, no se trata de ESA Heidi. En 2012, la modelo taiwanesa Heidi Yeh posó para una fotografía que iba a aparecer en un anuncio de una clínica de cirugía estética. La foto mostraba a una pareja muy atractiva físicamente (la modelo, obviamente, era la madre) junto con sus tres hijos; los chicos no se les parecían en nada y, además, eran mucho menos atractivos gracias a un minucioso trabajo de Photoshop. El aviso cerraba con la frase: “Después de tu cirugía plástica, lo único que te va a preocupar es tener que explicarles a tus hijos.” La idea del aviso estaba basada en una leyenda urbana cuya falsedad fue luego demostrada. De acuerdo con esa leyenda de 2004, un chino llamado Jian Feng le inició un juicio a su esposa por haberle ocultado que se había hecho una cirugía plástica antes de conocerlo; según el mito, Feng se dio cuenta porque sus hijos no se parecían en nada a la madre. Es más, eran feos. Los problemas para Heidi comenzaron cuando el aviso con su foto, como era de esperarse, se viralizó en redes sociales, ya que los usuarios recordaron la (insisto: falsa) historia del chino y llegaron a sostener que quien había protagonizado esa historia no era otra que Heidi. Después, y como no podía ser de otra manera, llegaron los memes. “El día que me sacaron la foto, yo sabía de qué se trataba el anuncio, pero me aseguraron que solo iba a aparecer en una revista”, dice Heidi, “pero luego lo usaron en Internet y empezaron a surgir historias inventadas sobre mí”. Mucha gente creyó esas historias, incluyendo a la familia de la modelo y a la familia de su prometido; ambas le preguntaron una y otra vez si se había hecho una cirugía. Heidi le contó a la BBC que desde que la foto se hizo viral, está teniendo muchos inconvenientes para conseguir trabajo, pese a que antes del episodio había realizado grandes campañas para, por ejemplo, Kentucky Fried Chicken, y también había aparecido en varios videos musicales. No solo eso: además sostiene que tiene problemas para dormir y sufre de accesos de llanto. Por eso le hizo juicio a la agencia JWT, reclamando alrededor de 154.000 dólares por los daños causados. Ella afirma que el contrato original establecía que el aviso solo iba a ser usado en gráfica. La agencia, a su vez, le hizo juicio por falso testimonio. “No soporto ver esa foto”, dice la modelo, “y espero que no aparezca nunca más”. Perdón, Heidi. Te prometemos que esta es la última vez. (Fuentes: marketingdirecto.com, blogs.smoda.elpais.com, techinsider.io)
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