31 de diciembre. 23:59. Me preparo. El año nuevo comenzará y en mi mesa de Nochevieja el ritual está en la línea de largada. Sé que tengo que comer las 12 uvas en menos de un minuto. Seguro te pasa lo mismo; te atragantas con cada una de ellas mientras intentas ordenar tus deseos –si es que ya los tenías pensados–, procuras que no se te escape nada y todo el acting lo suficientemente rápido para poder brindar y tragar la docena de pensamientos (no sea cosa que saludes con la boca llena). Inicio a máxima velocidad y fracaso cada año. Me prometo remediarlo al siguiente y la historia se repite. ¿Cuántas veces dejamos para más adelante acciones que podemos planificar con antelación? ¿Por qué si sabemos que vamos a requerir tiempo, nos atoramos con presiones o resultados de escasa búsqueda? Bueno, pues, mi intención es evitar el pensamiento reproductivo. Actuar en consecuencia y hacer algo al respecto. Son doce uvas para comerlas en cualquier momento del año y aquí van.
- Déjate llevar por el placer del descubrimiento
- Cuestiona lo establecido y evita las frases asesinas
- Suspende el juicio crítico cuando estés ideando
- Deja que tus ideas maduren
- Persevera y vuelve a insistir si no sale a la primera
- Abre tu mente y huye de lo previsible
- Cree en ti mismo y aumenta tu autoestima
- Agenda una hora por semana para tu creatividad
- Comparte tu conocimiento
- Comparte experiencias con personas estimulantes
- Reconoce el trabajo bien hecho
- Explora conocimiento no relacionado con tu actividad
¡Salud!
Comentarios