Escenario #1 -¡Siga siga mi reina, siga la princesa que acá le tenemos, ¡lo que está buscando! -Gracias, pero no. -¡Tranquila mi amor! siga y vea sin compromiso y de paso me deja sus datos. -Insisto, no muchas gracias. Y ella sigue su camino. Escenario #2 -Buenos días, ¿se encuentra el Gerente o el Director? -Sí señor, ¿de parte de quién? -Juanito Pérez, asesor de X Productores. -Un momento por favor. Siga, el señor Gutiérrez lo está esperando. -Gracias, muy amable. -Señor Rodríguez, ¡un placer conocerlo! –Gutiérrez, es mi apellido. Siga, tome asiento. -Disculpe mi error, suelo confundirme con tantas visitas. El motivo de mi visita es para ofrecer… -Perdón que lo interrumpa, ¿cómo es su nombre? –Disculpe nuevamente, ¡es que el tiempo pasa volando! Soy Juan Pérez, asesor comercial de X producciones. Le venía comentando que mi motivo es… – Y, a qué se dedica su empresa Señor Pérez? -Bueno, nos dedicamos a ofrecer servicios de consultoría de eventos a empresas regionales. -Muy amable señor Pérez, esta es una ferretería y no necesito de sus servicios, Gracias! Escenario #3 ¿Por qué será que no vendo? ¿Será que los productos son malos? Pero si antes estaba vendiendo harto, ¿por qué se fueron los clientes? Eso fijo fue el local del frente que está vendiendo barato. ¡Ya sé!, voy a bajar los precios y de una regresan mis clientes; eso haré!! Más de uno de nosotros ha escuchado o en el peor de los casos ha experimentado estas fallas de mercado. Si fuéramos más intuitivos seríamos capaces de predecir las variables que afectan o benefician nuestro negocio sin necesidad de recurrir a “seudo gurús autoproclamados” para que nos den el plan perfecto. Si fuéramos más creativos, haríamos una presentación de negocio original y exclusiva para cada persona. De esta manera, generaríamos el impacto deseado, cautivaríamos a nuestros prospectos y tendríamos una caja registradora sonando más seguido. Aquí va el combo de bienvenida que todo asesor, vendedor o ejecutivo de cuenta debería tener en su portafolio para cada prospecto o cliente:
- CARTA DE BIENVENIDA: ¿A quién no le gusta que lo exalten por su grata presencia en un nuevo campo? Y qué mejor que sea escrita a mano por el mismo gerente general de la compañía, ya que el hábito de escribir es valorado por las personas; lo ven como un acto de exaltación.
- PRESENTACIÓN DEL EQUIPO DE TRABAJO: si cada uno de nuestros clientes o prospectos tiene pleno conocimiento de las personas que trabajarían con ellos, la probabilidad de establecer un acuerdo con nosotros se elevaría en grandes proporciones
- UN MOMENTO DE VERDAD: no vende productos, vende emociones. Haz que la persona que lea la carta sienta que no solo la lee, percibe la voz de su interlocutor que a su vez genera una sensación de bienestar y gratificación.
Imagen cortesía de iStock
Comentarios