En un mercado mundial, creciente como el actual, la competitividad es más marcada por la existencia mayor de marcas de todo tipo y de toda categoría. La comunicación sobre las marcas ha evolucionado y ha generado marcados diferenciadores, generalmente esto depende de la estrategia y la creatividad tras la marca. Hablar de estrategias y comunicación publicitaria es hablar de resultados subjetivos pues también debemos hablar de resultados sobre lo dicho en la categoría del producto o inclusive fuera de él. Manejar la imagen de una marca no es tarea fácil, en el camino aparecerán problemas propios del proceso creativo que resulta en coincidencias creativas, como cuando una marca empieza a decir exactamente lo que tú dices y a beneficiarse con una idea dicha por tu equipo creativo. Algunas marcas no son responsables al acechar directamente a su competencia y plagiar las ideas para recibir los mismos beneficios que la competencia obtiene, pero el consumidor no es ingenuo, mucho menos los profesionales ante un plagio. En publicidad quien lo dice primero, gana. Todo después de la idea original se convierte en copia, así que es mejor crear y no caer en la copia. Como responsables de una marca debemos tener en cuenta ciertos criterios que van acorde al manejo de la comunicación de una marca, éstas a pesar de que son conocidas siempre es bueno recordar lo importante al hablar a un público objetivo. Originalidad: Es posible ser original sobre una marca pues tenemos miles de caminos para comunicar, están los textos, imágenes, color o más grande aún, un concepto. La originalidad es el motor de la publicidad, y por ende de la creatividad. Los recursos que vienen tras la originalidad es lo que determina el éxito en el mensaje publicitario. Categoría: Puede ser posible que una marca ya haya dicho algo «parecido» o con cierta similitud pero no algo exactamente igual. Esto es parte de la ética profesional, uno puede repetir una idea pero no clonarla para su beneficio, mucho menos si una marca a su cargo esta inmiscuida. Cada vez es más común encontrar campañas parecidas en festivales de creatividad. Y es extraño que a pesar de eso sigan consiguiendo premios a nombre de la creatividad. Investigación: Sería imposible nombrar todas las marcas existentes en el mundo, mucho peor nombrar las estrategias que han inutilizado en su historia comunicacional, pero la investigación es parte del proceso. En la publicidad casi todo está dicho, pero no ejecutado. Así que investigar debe ser parte esencial del proceso de creación, para buscar ser diferentes desde el inicio. Si no investigamos un copy o una gráfica es posible que ya exista una idea parecida o la misma. Con la investigación podremos evitar tener un mal rato o peor aun un mal comentario sobre nuestro desempeño de crear. Creatividad: La creatividad debe ser manejada responsablemente, una idea por más buena que sea, quizás ya fue dicha. Y acomodar un concepto puede ser una salida, siempre y cuando este basada en objetivos del mensaje publicitario y que estos sean sólidos, y que vayan más allá de una idea vista anteriormente o resulte ser un copycat. Responsabilidad: no existe diseñador o creativo que no haya tomado una «referencia» para ejecutar una pieza de comunicación. Pero no por eso debe generar replicas exactas así sean solicitadas por el cliente. Ser parte de una agencia, estudio o cualquier lugar donde ejerzas tu profesión no te obliga a plagiar material. Tú eres responsable de tu trabajo hasta donde tu creatividad y ética te guíe. A pesar de que ya se ha dicho todo la marca, siempre habrá algo que la diferencie entre las demás. Ese es el trabajo que como creativos y comunicadores debemos descubrir de toda marca que ha pasado por nuestras manos o ha salido de nuestro ingenio. Imagen cortesía de iStock
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