A una semana de que acabe el año y únicamente esperando el capítulo final de serie de Downton Abbey. Aquí una pequeña recomendación de los que fueron mis series favoritas este 2015, el orden de aparición no tiene ningún significado. No son muchas, ni siquiera diría que son un puñado, pero creo que si tienes la oportunidad de verlas estarás de acuerdo conmigo, porque hoy los contenidos televisivos no tienen nada que pedirle al cine y un gran número de grandes historias se están contando en la actualidad se encuentran en las pantallas chicas y a tan sólo un click de distancia. Fargo. La segunda temporada no tiene desperdicio, desde las extraordinarias actuaciones de Kirsten Dunst, Ted Hanson, Patrick Wilson, Bokeem Woodbine, Zahn McClarnon, la producción ejecutiva de los hermanos Cohen y un gran argumento, complementado por unos guiones de capítulo que nos recuerdan lo mejor de los hermanos Cohen. Llena de guiños a la película original y satirizando la premisa de la que se abusa en todas las películas el día de hoy, sobre la veracidad de los hechos, sin que me quede claro por qué. Todos sabemos es la ficción. Divertida en su atrocidad, sorprendente en la rutinarias y aburridas vidas que plantea, Fargo en su segunda temporada supera con creces la historia de la primera temporada y nos recuerda lo extraordinario y fuera de lo común que es la vida de cada uno de nosotros. Lo ridículo e inexplicable que hace maravillosa e intransferible la experiencia individual de la vida a partir de la violencia gratuita. Mr. Robot la más desconcertante, paranoica, revolucionaria, contestataria y brillante serie que vi en el año. Los adjetivos para describir Mr. Robot pueden sonar como de crítico de música punk o darkhetto inspirado, pero la verdad es que, si la demencia puede ser descrita en imágenes y con una narración inconexa, el resultado se encuentra sin duda en Mr. Robot. Con poca o nula empatía por ninguno de los personajes marginales de la serie y con un paquete de guiones oscuros, nada sencillos y llenos de una perversidad oculta, una cámara capaz de desesperar a cualquiera, la serie es una hipnotizante rebanada que nos habla de la clandestinidad y las teorías de conspiración cada día más reales desde la mente psicótica de un hacker incapaz de socializar y que por lo tanto solo ve e intuye la punta del iceberg desde su propia experiencia, que de manera Descartiana es la única para él. American Crime. Como una serie de viñetas de la vida de todos aquellos que se ven afectados por un crimen, sin que importen los policías, abogados o jueces, la primera temporada de esta serie es un análisis del complejo tejido social de Estados Unidos que se dice un país de libertades, tolerancia y democracia, en la que realmente lo único que parece existir es el racismo, el clasismo y la discriminación por cualquier causa o motivo. Con una cámara que tiene una vida propia y diferente a los diálogos de los personajes, con actuaciones poderosas y guiones con las suficientes vueltas de tuerca para mantenernos en nuestros sillones American Crime es una serie nada complaciente con el destino de los personajes y mucho menos con las audiencias a las que en teoría va dirigida. Bron/Broen tercera temporada. Después de dos años regresó la extraordinaria serie sueca/danesa Broen. El final de la segunda temporada hacía difícil pensar en una tercera temporada con uno de los personajes principales encarcelado con una larga sentencia por cumplir. Sin embargo, la tercera temporada es sin duda la más poderosa, perturbadora y entrañable de la saga. No sólo la nada autocomplaciente trama, sino el cada vez más oscuro desarrollo de la personalidad casi autista de Saga Noreen, quien tiene que enfrentar un nuevo caso, un nuevo compañero investigador y toda una serie de situaciones, de esas con las que la vida nos sorprende, no siempre para bien y que escapan a la lógica textual a la que obedece la detective sueca. La serie está sin duda en su mejor momento y espero de todo corazón que la próxima entrega sea tan siniestramente bella como lo fue esta tercera. Existe una tendencia parece en las series y existen algunas que son un hibrido entre la miniserie y la serie, al tener temporadas unitarias; American Horror Story parece haber puesto la pauta y ha sido imitada de manera magistral por American Crime, Fargo y True Detective, cuya segunda temporada a pesar de un final muy flojo, superó a la primera, a mi gusto, por mucho. Este tipo de serie franquicia muestran como una serie puede reinventarse y contar historias ad hoc a su esquema, sin tener que agotar a los personajes o forzar líneas argumentales que como espectadores adivinamos muy limitadas desde la primera temporada y que son lo que termina por hundir a las series no planeadas a la vuelta de dos o tres temporadas. Carlos Rey Emperador, la nueva serie histórica de Televisión de Española y continúa las andanzas de la monarquía española que gobernó uno de los imperios más grandes que ha visto la humanidad, pero carece de la fuerza de actoral de Isabel y para los que conocemos un poco de la historia de nuestro país la forma en que está representada la Nueva España y su importancia son sólo un pobre reflejo de la realidad, creo que sucede lo mismo con las actividades del Emperador del Sacro Imperio Romano allende las fronteras ibéricas esta tristemente representada, en esta ocasión la superproducción de la televisión española fue superada por la pretensión y los costos de una producción de ese tamaño. De cualquier manera, es una excelente manera de acercar a todos los curiosos a leer y enterarnos de la historia de Carlos V y su época. Este año también despedimos a una de las grandes series Mad Men, con una temporada muy floja y ciertas líneas argumentales cerradas con broche de presión, los últimos siete capítulos de la historia sobre la vida de un loco e impostor publicista en la década de los años sesenta del siglo pasado, terminó con dos notas que hicieron época y marcaron a la publicidad, como muchas otras reflejadas en la serie; el surgimiento de las voraces corporaciones que arrasaron, no sólo en la publicidad, con las empresas pequeñas y medianas en aras de abarcarlo todo, y un comercial que se volvió famosos junto con su jingle en todo mundo el de Coca Cola en el que jóvenes cantan y comparten la bebida. Continuaron con tropiezos mayores o menores Game of Thrones, separada la trama ya de las novelas, Los 100, The americans, Penny dreadful, House of Cards, Peaky Blinders, Broadchurch y the Fall, esperando nuevas temporadas en los próximos meses y ver si nos pueden sorprender nuevamente.
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