Luego de escuchar a profesionales, creadores de grandes campañas publicitarias con impactos certeros en el mercado, y observar infinidad de piezas creativas; puedo dirimir que la publicidad no es únicamente una concatenación de valores representados en un concepto y plasmados en gráficos o sonidos. La publicidad encierra misterios difíciles de resolver, pero despierta un interés apasionado por descubrirlos. Los acertijos en los que la publicidad nos envuelve, se tornan más interesantes cuanto más complicados se planteen. Y es que los creativos buscan nuevos cauces, medios y estrategias para llevar el mensaje de manera innovadora para obtener más adeptos a la marca. Ya no basta únicamente con hacer conceptos creativos, gráficos excepcionales o sonidos mágicos que enamoren al consumidor. Si realmente se desea cataclismo comunicacional en el consumidor, se tiene que visionar un beneficio mutuo que cimente el “engagement” entre marca y grupo objetivo. La publicidad y las marcas; de ahora en adelante deberían abandonar los intereses particulares y apropiarse de interese públicos en beneficio no de un consumidor, sino de una comunidad de consumidores. Los beneficios del producto deben ser transmitidos como una nueva religión, que se encargará de mejorar, solucionar y hacer más sencilla la vida de las personas. Es tanta la capacidad de la tecnología al servicio de la humanidad, que cuando se usa para fines humanos y publicitarios, puede marcar una pauta significativa. La publicidad ha puesto sus ojos en un eje central e innovador, la ciencia; como aliado de innovación y creatividad al servicio del grupo objetivo. Posiblemente ya hayamos visto piezas publicitarias, en donde la tecnología es el elemento insignia de las campañas publicitarias. En donde esta misma haga uso de nuevas tecnologías para la comunicación y se elogie la creatividad que esta representa. La diversidad de apps para dispositivos móviles y consumidores multipantallas se encuentran a la vuelta de la esquina, así mismo se encuentra un gran crecimiento en cuanto a los contenidos digitales, pero de nada servirían si no encontramos el verdadero objetivo de la tecnología; facilitar la vida humana. Pero no basta únicamente con presentar los avances tecnológicos en una amalgama con la publicidad, sino se hace necesaria la mezcla de un tercer elemento; el humanismo. Vemos que los problemas sociales fomentan una participación colectiva para poder solucionarse. Si con mayor frecuencia se recurre a la masa, mucho mayor podrá ser impacto que genere la marca en la mente y corazón de las personas. En pleno siglo XXI los problemas sociales continúan en un flujo constante de crecimiento. Las guerras, desnutrición, pobreza, violencia, inseguridad y hasta el terrorismo, entre otros; son temas que los gobiernos y autoridades civiles, no tratan de abordar y mucho menos de dar una solución efectiva. Por otro lado, algunas marcas han empezado a desarrollarse en un nuevo campo experimental, en donde no sólo se trata de hacer llegar el mensaje, sino de crear un involucramiento con la humanidad para crear soluciones a los actuales problemas sociales. Esta es una nueva tendencia que se empieza a marcar en el globo terráqueo; tendencia prometedora, visionaria y sobre todo efectiva de ayuda a las comunidades sociales. No me imagino cómo es que 17,857 personas pueden hacer una manifestación ante una entidad estatal, sin emitir presencia física alguna. “Hologramas por la libertad” hizo historia el 10 de abril del presente año, ante la primera protesta creada mediante hologramas, una verdadera joya de innovación y creatividad. Como una composición química, la creatividad, la ciencia y el humanismo estuvo al servicio de la publicidad y sociedad. Así mismo, “Always” dio un giro al idioma “zapoteco”, mediante “Intimate Words” creando nuevas palabras para identificar el nombre de las partes íntimas del cuerpo femenino, reduciendo muertes de cáncer cervicouterino aún en mujeres jóvenes. Fundación CIREC hizo lo propio con “Funtastic hand design” creando las primeras prótesis juguetonas para niños; hechas con juguetes que otros niños donaron. “Optus” dio seguridad a los océanos mediante “Clever Bouy” alertando a los salvavidas de la llegada de los tiburones a las orillas de las playas, salvando la vida de muchos surfistas. Años anteriores hemos visto cómo es que Coca Cola ha estremecido las lágrimas del cielo para llevar la felicidad y agua potable a la comunidad de “Lloro” en Colombia. Muchas marcas más han logrado un buen trabajo al servicio de la comunidad, podría seguir nombrándolas, pero, el objetivo principal es resaltar el nuevo enfoque que la publicidad ha encontrado en la ayuda social y gran beneficio mutuo que éste otorga. La nueva era comunicacional debería estar dirigida al desarrollo integral de la humanidad, no al consumismo perjudicial. “Cuando las marcas hayan dejado el individualismo y apelen a la colectividad para solucionar problemas de involucramiento social; habrán descubierto una nueva manera de hacer publicidad”. Imagen cortesía de iStock
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