El mundo es esférico y la humanidad es una especie con más semejanzas que diferencias; las diferencias, resultado de la cultura, comienzan a desdibujarse progresivamente a medida que las sociedades se conectan unas con otras, sea por relaciones de intercambio comercial, la más frecuente hoy en día o por conflictos de intereses culminados en guerra, en los que termine habiendo un vencedor y un vencido, en que una cultura prevalece sobre otra. Esa dinámica social, en la que un grupo humano aprende de otro técnica o arte, se llama intercambio cultural y en la actualidad brota en cada esquina de cualquier ciudad del mundo por medio del marketing y la enorme influencia de las marcas, hábitos de consumo, modos de vida o medios de comunicación; así vemos entonces la expansión del halloween o el día de acción de gracias por buena parte de nuestra región, como la celebración del 5 de Mayo o el Día de Muertos en EEUU; aquí, cinco festividades que se hicieron universales, gracias al marketing. Navidad. Con la víspera del invierno boreal, los pueblos del norte de Europa se preparaban, tanto para una época de bajas temperaturas como de muy baja productividad, esto los apremiaba a guardar alimentos con mucho contenido calórico y a encender numerosas luces, pues la oscuridad, además de llegar más temprano, permitía que el frío se incrementara; las reuniones en casa durante de esta época aumentaban, para que muchas personas pudieran darse mutuamente calor además, de poder compartir comida y así hacer durar el abasto; con el advenimiento del imperio romano y la aparición del cristianismo, estas costumbres fueron adaptadas para ser signo de la celebración de la natividad de jesús. Tiempo más tarde las conquistas de los herederos del imperio romano, los países europeos, cristianos todos, expandieron la tradición y al llegar la era industrial y tener mucha predominancia estos países, era frecuente ver en la India o China a los funcionarios británicos colocar arbolitos y darse regalos, durante la época de navidad; los comerciantes de estos países y de muchos otros, muy inteligentemente adoptaron la navidad para poder ofrecer más productos a la gente y así la navidad se convirtió en una festividad celebrada en todo el mundo. Año Nuevo. Cada cultura tiene una cuenta distinta del calendario, los musulmanes desde la aparición del Profeta, los chinos, japoneses, coreanos y asiáticos en general sus calendarios propios, los judíos también, pero el calendario universalmente aceptado por todos los países del mundo es el occidental civil gregoriano, una adaptación del juliano usado en roma con los ajustes hechos luego del descubrimiento del calendario solar azteca. La universalización de esta festividad ocurre luego de la segunda guerra mundial cuando las emisiones desde el Times Square se hicieron globales; así, muchas ciudades importantes del mundo, comenzaron a promover encuentros y acciones que les dieran notoriedad este día; luego del paso del milenio las actividades se han vuelto mucho más constantes y cada año se suman nuevos países, que intentan mercadear sus ciudades con una celebración que ya ha perdido fronteras. Halloween. Luego del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Japón y EEUU, las relaciones de intercambio entre ambos países han sido excepcionales, la entrada del sushi a América, la práctica de artes marciales como el kárate do o el aikido y otros elementos de la cultura japonesa con fuerte presencia en el continente se deben a ese intercambio; la reciprocidad es uno de los más interesantes elementos del intercambio cultural y como además este intercambio vino acompañado de un desarrollo tecnológico importante y fuertes relaciones comerciales, no era de extrañarnos, que además de extenderse por Europa y por el medio oriente no árabe, también la fiesta de samhaim, cristianizada y adaptada a ser un día para disfrazarse y vender golosinas, penetrara en el lejano oriente, siendo más popular en Japón. Cinco de Mayo. La honrosa victoria mexicana sobre el invasor francés penetró en el alma comercial de los estadounidenses y hoy, la Batalla de Puebla, celebrada con orgullo por muchos inmigrantes mexicanos, ha roto las barreras y en todos los medios, en tiendas, restaurantes y ciudades enteras la celebran, a veces un poco confusamente, pero con un carácter muy ilustrativo de lo que el marketing puede hacer; pues aunque no es una fiesta tan universal como las anteriores, refleja la capacidad de los grupos humanos de encontrarse en un ámbito común. Día de Acción de Gracias. No sospecharon nunca los peregrinos británicos recién llegados al continente promisor que un acto de generosidad y cooperación con las tribus vecinas pasaría a ser años más tarde la excusa perfecta para rebajar los precios en toda la mercancía y hacer del día después de acción de gracias una perfecta ocasión para abarrotar las tiendas más importantes de la nación yanqui; la expansión, por vía de los medios de difusión primero y luego por razones de practicidad comercial, hacen que hoy el viernes negro sea una costumbre incipiente en naciones como México, Chile o Colombia; no es que haya colmado los bordes del mundo, pero como el 5 de mayo da pasos fuertes en su universalización, debido a que nos identificamos y creemos que podemos emular ese gesto de fraternidad inicial en la festividad. Imagen cortesía de iStock
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