Hace unas semanas publiqué una nota sobre la importancia que tienen las palabras en redes sociales, pero creo que mi reflexión puede ir un poco más allá y ahora la pregunta es: ¿Qué importancia tienen las palabras en nuestra vida? Tuve la oportunidad de asistir al 5° Congreso de Roastbrief la semana pasada y no es casualidad que me haya topado con Manuel Ruiz, Dir. Creativo de Zapa Creative Institute en un workshop donde la palabra cobró un significado diferente para mí. Ese día me di cuenta de que traemos en la boca y en las plumas (o tecleadas) ene cantidad de palabras durante el día, pero la realidad es que de pocas sabemos el verdadero significado, la intención y la razón por la cual las soltamos. A todos nos ha pasado que en alguna plática no logramos ni entender lo que nosotros mismos decimos al mundo ¿cierto? La última edición de la RAE, éxpedida en el 2014, registró más de 93,000 mil palabras ¡Pfff! Se imagina cuántas posibilidades existen de mencionar la misma idea en formas diversas. La probabilidad puede ser infinita, no lo sé, pero esto me comprueba que no existe pretexto alguno para darnos a entender con los demás, para ejercer una comunicación efectiva sin tanto rodeo e incluso sin hablar el mismo idioma. Probablemente nunca podré integrar en mi vocabulario las noventa y tres mil, sin embargo Manuel Ruiz me dio una herramienta maravillosa que nos permitirá estirar esas palabras, desmenuzarlas y hacerlas más largas de lo que sus sílabas la pueden formar. Se los voy a compartir. La fórmula para para darnos cuenta de que no solo usamos un puñado de letras es pensar en la infinidad de connotaciones a las que nos pueden llevar. Por ejemplo, es muy probable que mientras me lees estés imaginando ideas diferentes a las que yo misma tengo en mi cabeza para explicarte éste sencillo ejercicio, paranoico ¿no? pero en verdad apasionante. Ahora bien, si deseas ir más allá de lo que una simple palabreja te puede dar, aquí tres simples pasos:
- Elige una palabra
- Escribe todas aquellas ideas que te surjan al escucharla
- Y diviértete
Por ejemplo yo elegí,
DOLORES
(¿Hasta dónde puedo llevar el nombre que me pusieron mis padres?)
Nombre propio, sentimiento, sensación, físico, nervios, angustia, liberación de tensión, cuello, cansancio, de parto, llanto, colapso, ancianos, enfermedad, enfermedad terminal, reacción física, analgésico, tropezón, partida, esfuerzo, sangre, hueso roto, estar vivo, morir, piel, emocional, Lola, posesión, admisión, fracaso, empoderamiento, músculo, sudor, transformación, caída, romper, quebrar en llanto, pelea, romperse los nudillos, fregar el piso, moretón, callar por muchos años, migraña, infección en una muela, mordida de víbora venenosa, picadura de abeja, llagas, no perdonar, suicidio, agonía, infidelidad, pasión, muerte en vida.
Si desmenuzamos las palabras de ésta forma, podemos descubrir la magia y el poder que contienen. Podremos entender que el hablar, escribir o plasmarlas cobra mayor relevancia, se hacen más fuertes nuestras conversaciones, nos pueden escuchar con una intención mejor proyectada y puede darnos desde la mayor satisfacción hasta hacernos sentir las peores personas del planeta. Inténta el ejercicio, te puedes encontrar con muchas sorpresas de lo que traes en la cabeza. Por ahí dicen que puedes destrozar personas con tan solo una palabra si las sabes emplear a su totalidad. En la semana llegó a mí éste video dónde toman justo palabras con las que podrías insultar a alguien desde la A a la Z de una manera divertida con ayuda de la RAE y rapeando.
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