Jugar es una de las primeras actividades que realizamos en nuestra vida y una de las más significativas por sus aportes al desarrollo de los individuos, el juego está presente en muchas de las cosas que hacemos y cambia de acuerdo a nuestra experiencia y condiciones personales, los niños juegan potenciando la imaginación y recreando de una forma poderosa su entorno, los adultos generalmente juegan de una forma más discreta condicionados muchas veces por el juicio o la aprobación, es muy común que dichas prácticas estén asociados al uso de palabras o de conceptos aportando directamente a la creatividad. En las organizaciones la lúdica formal o juego serio se convierte en un excelente recurso de diagnóstico, entrenamiento y planificación, de la misma forma puede aportar a los procesos de comunicación para ser integrada en los planes estratégicos de las compañías, fortaleciendo el aprendizaje de los individuos. Dentro de las variadas opciones que hoy se encuentran en el mercado, se destaca la metodología “Lego serious play” que se basa en la gestión de problemas y trabajo colaborativo empleando las conocidas piezas de plástico, pero que en este caso cuenta con la orientación de un facilitador para buscar soluciones desde el entorno tridimensional. Cualquier proceso de socialización de un concepto que esté basado en el juego va a potenciar la apropiación de ideas, emplear este recurso en la comunicación transmite de forma más efectiva la promesa de marca, siendo un excelente vehículo de conexión con el público y potenciador experiencias memorables que se pueden replicar en entornos laborales, comerciales y personales. Un ejemplo claro lo podemos encontrar en el “advergaming”, la mezcla de juego con publicidad que fortalece el vínculo emocional y experiencial de las marcas con los consumidores, las posibilidades son bastantes cuando se pueden reconocer las expectativas de entretenimiento que pueden tener los diferentes públicos a los que se quiere llegar con un mensaje, de la misma forma el concepto de “Gamestorming” planteado por Dave Gray, Sunni Brown y James Macanufo, ha venido revolucionando las dinámicas asociadas a la creatividad y la innovación permitiendo ayudar a los generadores de cambio en la producción de ideas para conseguir las metas que se propongan de manera divertida, igualmente los autores plantean que los juegos serios pueden ayudar a las empresas a volverse notablemente más eficaces. Pensar en el juego es tener la posibilidad de imaginar, crear y explorar mundos diferentes que pueden otorgar herramientas muy útiles para abordar de manera efectiva situaciones de la vida diaria a nivel personal y organizacional. Las lúdicas le otorgan valor a las propuestas que se presenten a diferentes públicos generando recordación e interés por las marcas y conceptos en el mercado que se desee impactar.
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