¿Se han puesto a pensar lo magníficos que son los gatos? Combinar sus gestos y personalidad con nuestro entorno nos haría mucho más fácil y divertida la publicidad. Ojalá aprendiéramos algunas de sus técnicas: escapar sin ser vistos, llegar sin hacer ruido, desaparecer sin ser notados o hacer valer nuestra presencia cuando lo necesitamos. Seríamos algo así como un Súper “C-ad”. Así he decidido llamar a los publicistas que hacen magia, que no se esfuerzan, que aman dormir, que comen cuando quieran y como quieran, y sobre todo que son expertos en lo que hacen: cazar ideas, oportunidades y dar en el blanco. Son aquellos intrépidos que logran lo que quieren siendo el centro de atención, son los que siempre se llevan la mejor parte y brillan como el oro, porque aunque hicieron el trabajo “sucio”, valoran su éxito y se regodean en su fama. Un Súper C-ad logra lo que quiere, como quiere y cuando quiere, tiene un estilo particular (uno marcado) que define su forma de redactar, de pensar, de diseñar o de imaginar, defiende sus ideas afilando sus garras y peinando sus bigotes a la hora de vender, valora su descanso y cuida su salud, tiene grandes ideas para lograr sus objetivos, es aseado y le gusta vivir presentable. Si fuéramos más gatos que humanos, estoy segura de que la publicidad sería un gran laberinto, lleno de sorpresas, saltos arriesgados y momentos complacientes, algo así como ahora pero visto desde otros ojos. A nuestra manera hemos sido Súper C-ads en diferentes momentos de la vida, pero debemos arriesgarnos más, pensar y actuar, luchar por lo que verdaderamente queremos, solo así podremos dejar una gran huella en el mundo. Un Súper C-ad es un súper héroe. ¿Te consideras uno? Imagen cortesía de iStock
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