Soy bastante fan Pocket (getpocket.com/). La uso para reivindicar promesas como «esto lo seguiré leyendo más tarde» o para recordar a mi madre cuando me decía: ¿lo vas a tirar?, seguro te sirve para otra cosa. Así pues, esta aplicación se convirtió en una aliada para mejorar la productividad de mis días. En eso estaba cuando me (re)encontré con este artículo que comparto. «Un grupo de científicos dispuso cinco monos y una escalera dentro de una jaula. El fin de la escalera era facilitar a los simios a conseguir un racimo de bananas. Cada vez que alguno de los monos trepaba por ella para alcanzar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando algún macaco intentaba subir, los demás lo molían a palos hasta que llegó el momento que ninguno de los cinco se atrevía a ceder a sus instintos, a pesar de la tentación de las bananas. Entonces, los investigadores reemplazaron a uno de los monos por otro, que, como lo imaginan, lo primero que trató de hacer fue trepar por la escalera para alcanzar las bananas. Propósito que fue impedido por los cuatro antiguos simios ya que lo bajaron por la fuerza y le propinaron una paliza. Golpes que se repitieron cada vez que el mono advenedizo lo intentaba. Hasta que llegó el día en que aprendió la lección y no quiso subir más. Logrado lo anterior, un segundo mono de los antiguos fue relevado. El nuevo macaco repitió la conducta inicial del primer sustituto. Y lo mismo sucedió con el tercero y el cuarto reemplazo, hasta que del grupo de los cinco primeros no quedó ninguno. Los científicos quedaron entonces, frente a un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca habían recibido un baño de agua fría, continuaba golpeando a todo aquel que intentaba llegar a las bananas. Llegaron entonces a la conclusión de que, si a los simios se les preguntara el porque de su conducta, y si pudieran hablar, su contestación, sin lugar a dudas, sería algo así: no lo sabemos. Aquí las cosas siempre han sido así.» ¿Qué les parece? ¿Les suena familiar? Si nadie lo hizo debe ser porque es imposible. Me contengo en la frase asesina o desafío el imposible ¿Me animo a llevar a cabo lo que otros han descartado? Charles H. Clark en su libro Brainstorming ha realizado una recopilación de frases asesinas y frases suicidas. Las primeras responden a verbalizaciones negativas de las ideas, dirigidas hacia los demás participantes de una reunión o equipo de trabajo. El segundo grupo contiene a aquellas que utilizamos para inhibir, impedir y matar las ideas que surgen de nuestra persona. Cuando estés convencido de algo o cuando tu instinto «te diga» que ese es el camino, no le des tanta importancia a lo que dicen los demás, o bien, elige muy bien a quién pedirle opinión. Eres co-creador y co-responsable de que tus circunstancias actuales sea como son. El momento para cambiar y transformar tu vida es: ahora. Imagen cortesía de iStock
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