Una pregunta sencilla, quizá inútil y algo complicada, pero un buen ejercicio para explorar las capacidades del cerebro para llegar más allá y desarrollar estrategias únicas para expandir la creatividad. Con esta pregunta llegó mi nuevo jefe estrenando su cargo. Todos pensamos en que quizá estaba loco y algo desocupado porque con tanto trabajo no tendríamos tiempo para pensar en eso. Fijó una fecha para responder la pregunta y nos motivó diciendo que el cerebro siempre tenía tiempo para todo, que era solo una excusa decirnos que no para no cumplir con algo que simplemente iba a hacernos conocer nuestra capacidad analítica y creativa. Y tenía razón. Después de mucho procesar la pregunta llegué a una conclusión, a muchas personas nos gusta comer helado cuando hace frío. Tiene una magia que nos contagia, su sabor se siente más y como no se derrite tan fácil, su consistencia es más firme, sentimos que efectivamente comemos helado y le damos sentido a esa palabra. Luego desarrollé varias ideas creativas que iban desde una gran estrategia en medios hasta experiencias únicas para el target de la ciudad que vive el invierno. Fue un poco complicado porque para los que vivimos sobre la línea del Ecuador, el invierno es solo lluvias, inundaciones, viento frío, lloviznas minúsculas que logran mojar y tormentas eléctricas. Así que indagué cómo es un invierno en un país que sí tiene estaciones, y más que nieve, encontré que las personas disfrutan estar con amigos alrededor de la fogata bebiendo chocolate caliente y se divierten haciendo deportes especiales en nieve. Entonces, ¿cómo hacer que la gente compre helados en invierno? ¡Bingo! Convirtiéndolos en una tendencia. Como sabemos y tenemos muy presente, las redes sociales se han convertido en nuestro aliado a la hora de generar tendencias… Pensé en hacer retos con los helados en temperaturas realmente heladas, con ayuda de influenciadores y celebrities. Eso no tiene pierde. La gente lo seguiría y subiría sus videos con el helado que ¡ya compraron! La estrategia va más allá pero esa es la escencia. ¿Tienes otra opción para vender helados en invierno? Déjala en los comentarios y comparte tu análisis. El cerebro siempre tiene tiempo para hacer las cosas, no lo olvides. Imagen cortesía de iStock
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