¿Cuáles son las claves escondidas en “Abbey Road” que revelan la muerte de Paul McCartney? Se trata del último disco que los Beatles grabaron juntos; “Let It Be” se editó después pero lo habían hecho antes. Si bien “Abbey Road” no inició el rumor de la muerte de Paul, contribuyó con varias de las “claves” que lo habrían de alimentar. La más conocida está en la celebérrima tapa, que muestra a los muchachos cruzando la calle en lo que parece ser una procesión funeraria. John encabeza la marcha y está vestido de blanco, como un pastor que oficia la ceremonia. Ringo, vestido de negro, es el director de la funeraria o el que porta el féretro. George, con ropa de trabajo, es el sepulturero. Y Paul es el cadáver: avanza con su pie derecho mientras los demás lo hacen con el izquierdo; sus ojos están casi cerrados; está descalzo, lo que llevó a muchos a razonar que está muerto porque en varias partes del mundo a los muertos los entierran sin zapatos (!); está fumando un cigarrillo, también llamado “coffin nail”, clavo de ataúd, en Gran Bretaña; encima lleva el cigarrillo en su mano derecha cuando todos sabían que Paul era zurdo. Por atrás de la banda hay otras claves. La más popular es el Volkswagen Beetle con la patente “28IF”, que sugiere que Paul tendría 28 años si (“if”) estuviera vivo. En realidad McCartney tenía 27 años cuando el disco apareció, pero este detalle no detuvo a los lunáticos, quienes alegaron que Paul se había interesado en el misticismo oriental y que, según este, nuestra vida comienza en la concepción y por lo tanto todos somos casi un año más viejos. Las primeras tres letras de la patente del Beetle son LMW, y fueron interpretadas como “Linda McCartney Weeps” (“Linda McCartney llora”). El problema de esta interpretación es que si Paul murió en 1966, aún no había conocido a Linda. Pero sigamos, porque en la tapa hay otra clave: es la camioneta de policía estacionada en la calle; un enfermo llamado Joel Glazier, autor del artículo “Paul is dead… miss him, miss him” (frase que, según la teoría de la conspiración, se escucha al final de “I’m So Tired” pasada al revés) asegura que la policía fue sobornada para que no revele el accidente fatal de McCartney. Siempre de acuerdo con Glazier, la presencia de la camioneta en la tapa es una clara referencia a ese hecho. La contratapa de “Abbey Road” también tiene sus secretos. Como se ve en la imagen, aparece una mujer caminando frente a una pared con el cartel de la calle. En la pared, además, hay unos mosaicos que forman la palabra “Beatles” pero la letra “s” está partida al medio, sugiriendo que la banda también había sufrido un daño terrible. A la izquierda de la palabra “Beatles” se ven ocho puntos que, conectados, forman el número 3. Por lo tanto en la contratapa dice, literalmente, “3 Beatles”. El mencionado Glazier fue al lugar donde se tomó la foto y constató que en la pared hay 13 puntos; su conclusión fue que los restantes Beatles cortaron la imagen para comunicar cuántos de ellos quedaban. Glazier también advirtió que a la derecha de los mosaicos hay una sombra muy extraña que parece una calavera. Algunos insanos sostienen que la mujer que pasa caminando es Jane Asher, novia de Paul en el momento de su muerte, y a quien le habrían pagado para que guarde silencio sobre el accidente. Pero otros insanos –distintos de los anteriores– aseguran que la imagen de la mujer ofrece una clara referencia a McCartney: para ellos, si se mira la foto desde lejos es posible ver el perfil de la cara de Paul, con la nariz arriba a la derecha y el codo de la chica formando la boca. Las letras del disco tienen lo suyo, en particular “Come Together”. Las imágenes medio indescifrables que describe la letra dieron y dan lugar a interpretaciones al mismo tiempo fascinantes y demenciales. La canción arranca con la frase “Here come old flattop”, es decir, “Aquí llega el viejo cabeza plana”, y esto, dicen, se refiere a las heridas fatales que sufrió Paul en el accidente. “He wear no shoeshine” (“No usa pomada para zapatos”) puede aludir a que Paul está descalzo en la tapa del disco. “Got to be good looking ’cause he’s so hard to see” (“tiene que ser apuesto porque es muy difícil de ver”) se refiere a la ausencia del “Beatle lindo”, como llamaban a McCartney. “Got to be a joker, he just do what he please” (“tiene que ser un bromista, él hace lo que quiere”) habla del complot que reemplazó a Paul por un tipo parecido. Y la frase “One and one and one is three” significa, desde luego, que ahora hay tres Beatles y no cuatro. El extraordinario “medley” de canciones que cierra “Abbey Road” alimentó de manera abundante a los teóricos de la conspiración. Esta forma de enganchar lo que son casi fragmentos de temas era bastante novedosa en aquel entonces: la revista Rolling Stone la definió como “el punto más alto de la madurez de los Beatles”. Los delirantes observan que la presencia de la canción “Sun King” confirma la existencia del plan para sustituir a Paul. El llamado Rey Sol era el monarca francés Luis XIV, reemplazado por su hermano gemelo en “El Hombre de la Máscara de Hierro”, la novela de Dumas. Confirmado, entonces. Otro teórico sostiene que el medley está lleno de referencias a la muerte, y no le falta razón. El tema “You Never Give Me Your Money” incluye la frase “All good children go to Heaven” (“Todos los chicos buenos van al Cielo”); “Golden Slumbers” se interpreta como el Gran Sueño, esto es, la muerte. La expresión “Carry That Weight” (“Carga con ese peso”) puede ser entendida como la tarea de quien porta el féretro en un funeral y, de hecho, así se usó la canción en la impresentable adaptación musical de Sgt. Pepper’s protagonizada por los Bee Gees y Peter Frampton. El medley termina con una alusión contundente: “The End”. A los investigadores no les importó que después de ese final apareciera la bella y cortita “Her Majesty”. Y tampoco se les ocurrió profundizar en el significado de la canción “Maxwell’s Silver Hammer”, cuya sola existencia hizo que más de uno deseara la muerte de Paul en serio. McCartney siguió desmintiendo la historia a lo largo de los años, en muchos casos simplemente presentándose para demostrar que no había muerto. Su mejor desmentida, sin duda, es la tapa de su disco “Paul is Live”, de 1993. El nombre del álbum es un juego de palabras que significa “Paul en vivo” y también “Paul está vivo”. La portada es una imagen de él cruzando Abbey Road con su perro Arrow (descendiente de la protagonista de “Martha My Dear”, del Álbum Blanco). Paul está parado sobre su pie izquierdo y sujeta la correa del perro con la mano izquierda. Tiene los ojos abiertos y está calzado. La camioneta de la policía no está, pero el Volkswagen Beetle sí: la patente dice “51 IS”, la edad de McCartney cuando salió el disco. Un disco excelente, ya que estamos.
La leyenda sobre la muerte de Paul McCartney provocó muchas referencias en la cultura popular, y las sigue provocando. Una de las más célebres es una aventura de Batman editada en 1970, en la que Batman y Robin deben descubrir cuál de los integrantes de una famosa banda de rock acaba de morir. “¡La clave está en la tapa del disco!” revela Robin con su habitual entusiasmo. También aparecieron discos basados en la historia: “The Ballad of Paul”, de los Mystery Tour, “Brother Paul” de Billy Shears and the All Americans, “So Long Paul” de Werbley Finster, seudónimo de José Feliciano (sí, José Feliciano). En 1969, el cantante Terry Knight sacó la canción “Saint Paul” en la que lamentaba la inminente separación de los Beatles; meses después, el tema se interpretó como un tributo al fallecido McCartney. El ya nombrado Fred LaBour, cuya crítica satírica fue uno de los disparadores de la leyenda, apareció en un programa de televisión de 1969 en el que fue interrogado junto con otros “testigos” acerca de la muerte de Paul. El interrogador era el abogado F. Lee Bailey; antes de la grabación del programa, LaBour le aclaró que su artículo era solo una broma, pero el abogado le sugirió que siguiera adelante con la historia porque “tenemos una hora de televisión para llenar”. John Lennon también aludió a la leyenda urbana en su canción “How Do You Sleep?”, por lo demás un virulento ataque a McCartney. En la letra, los que habían propagado el rumor eran calificados de “freaks”. Inconmovibles, los teóricos de la conspiración siguieron y siguen creyendo que Paul está muerto, incluso ahora que John y George lo están de verdad. Las interpretaciones psicológicas y sociológicas de la historia son innumerables. La mía personal es que fue una forma bastante particular de elaborar el duelo por la separación de los Beatles. Ese duelo que, para muchos de nosotros, sigue vigente. (Fuentes: Wikipedia, turnmeondeadman.com, ispauldead.com, beatlesbible.com)
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