Es un cuento de nunca acabar, se te ocurre una idea, comienzas a planear un proyecto, inviertes horas en el proceso imaginativo y de detección de oportunidades. Cuando concibes un plan para ejecutar ASAP (as soon as posible), por una u otra razón, comienzan los estancamientos. El 90% de los proyectos atascados se quedan en el olvido, aun cuando sabemos lo buenos que son. Bajo la promesa del ‘ya mañana sin falta lo empiezo’ estos pobres planes terminan en el rezago oficinista e informal. Te aseguro que cuentas con más de un plan atorado o atascado –en uno o más aspectos de tu vida, pero eso es otro asunto- que se relaciona con marketing o publicidad. Y es que, el marketing es una de las actividades que más se posponen debido a la resistencia de sus partes, ya que comúnmente somos un equipo que gira como engranes de pensamientos individuales. Muchos no sabemos cómo vencer la resistencia que producen marketing y las ventas debido a muchas ideas preconcebidas acerca de qué es en realidad lo que funciona y qué no. Lo más raro del asunto es que contamos con más herramientas que en otros tiempos, y por supuesto, muchísima más información. Y aun así, nos estancamos, lo pensamos demasiado. ¿Falta de tiempo? Me dan risa las personas que alegan falta de tiempo pero siempre pueden perder horas al día posteando en Facebook, o revisando el e-mail, e incluso seguir una conversación de mañana a noche en Whatsapp. El mejor sistema que podemos seguir para el desatore de nuestros planes es primordialmente la jerarquización de las prioridades. ¿Qué voy a hacer con mi proyecto? ¿Me va a redituar? ¿Voy a lograr obtener los impactos deseados con su promoción? A veces estar en la ola ‘multitask’ no es tan benéfico para todas las personas, por lo general crea confusiones en el seguimiento de objetivos. Y es así como iniciamos el unstock process. Definir, reconocer y proponer resolución de un problema nos llevará por más allá de la mitad del camino y nunca dejar de ser honesto con las posibilidades que este proyecto tiene para salir adelante. La pretensión de querer hacer muchas cosas a la vez puede hacer que estas simplemente se queden a medias. La clave en planeación es establecer los tiempos de lo que se debe hacer, elabora una lista en la que te indiques a ti mismo tus tiempos de entregas, esto hará que la intención se vuelva un compromiso independientemente de qué opine tu equipo de trabajo. Trabajar de la manera más organizada posible nos permite además de desatorar esos proyectos, promover la eficacia en cada uno de nuestros planes. No señales a las personas, inicia tu propio unstock process para implementarlo a estrategias que creías no funcionarían. Imagen cortesía de iStock
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