Pero antes somos ideas. Esa es la premisa de todo nuestro comportamiento humano (claro es: el consumidor viene a colación). Antes de las accioness, deberíamos recordar, que son nuestros sentidos la llave que abre la puerta hacia todo el mundo de nuestros impulsos, deseos, ideas y en mayor escala: nuestros anhelos, preferencias, nuestras acciones. El comportamiento. Pensemos por un momento en la metáfora del cerebro. Nuestro cerebro es una montaña nevada, llena de caminos, senderos, avenidas, autopistas. Todas las acciones se deciden con base a la fuerza de las conexiones sinapticas generadas a través de la repetición, o con base a nuestra personalidad (los genes en realidad nos llegan a definir como individuos). La totalidad de las acciones parten de las ideas y éstas transitan por las conexiones neuronales de nuestro cerebro. Bien, pues estas conexiones son los caminos, senderos… y caminos que al ser circular por ellos una y otra y otra vez se ven reforzados por la repetición: abriendo caminos más fáciles para las conductas y acciones. ES MÁS FÁCIL DESCENDER POR ESA MONTAÑA. TODO LO QUE NUESTRA MARCA COMUNIQUE TENDRÁ MEJOR acceso a la psique de nuestros consumidores. Branding en su más básico entendimiento. Pero, ¿cómo llegamos a conectar con las emociones? Emocionando. Si. ¿Cómo lo hacemos? Aludiendo a los sentidos. Son el acceso a todos los universos posibles de construir en la mente. Ellos configuran estados de ánimo, ficciones, ilusiones, objetivos, metas, recuerdos, engagment. Nos comprometemos con las personas que nos emocionan, con las que nos ilusionamos en un principio, para luego dar pie a muchas etapas de un especie de enamoramiento donde vemos los mejor de nosotros mismos. Nos enamoramos de nosotros mismos. El amor Maduro contiene Respeto y Amor (Lovemarks, Roberts) Hoy día las personas ( no consumidores) están pidiendo ser percibidas como algo más que clientes. Piden a gritos ser comprendidas, escuchadas, piden ser tratadas como humanos, como personas sintintes, que albergan emociones y toda una maraña de fragilidades que deben ser cuidadas de manera delicada. Si como marcas descuidamos esas necesidades, estamos destinados a ser la marca del «otro día paso», «al ratito». Es la forma de pasar a ser más sinceros y auténticos como marcas. Dar ese plus, conectar con los sentidos, las emociones, sentimientos e ideas… Imagen cortesía de iStock
Discussion about this post