Todos deberíamos tener un poeta de bolsillo, sería más fácil decirle a esa chica lo hermosa que se ve hoy, convencer con una mentira bien contada y desarrollar historias mágicas en segundos. Si tuviéramos un poeta de bolsillo, sabríamos las palabras perfectas para el momento indicado, lograríamos vender lo que sea, emocionar, inspirar y cautivar en cada oración. Si tuviéramos un poeta de bolsillo, bastaría con agitarlo y darle un poco de cuerda para tener los versos más exquisitos en cuestión de segundos, escritos desde el corazón, con pasión, elocuencia y sentido. Con un poeta de bolsillo nunca tendríamos una hoja en blanco, incluso nos ahorraríamos el trabajo de pensar en qué decir, estaría siempre ahí para salvarnos de situaciones incómodas y contestaría por nosotros los mensajes de texto sin errores ortográficos, hablaría con nuestras novias cuando estemos ebrios y nos impediría caer en errores idiomáticos. Si tuviéramos un poeta de bolsillo los copys nos quedaríamos sin trabajo, pero te tengo una noticia, los buenos versos no salen del bolsillo, salen del talento, la dedicación, la investigación, la pasión, el estilo y las ganas de cada redactor. Así que si no eres escritor valora el trabajo de quienes si lo son, porque aún los copys versión bolsillo no están a la venta. Imagen por: Manuel Archain
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