Para que una idea se ejecute debe pasar por muchos procesos y cada uno de ellos es de vital importancia para la realización de la misma. Debemos ser muy cuidadoso con estos procesos porque al no hacerlo, nuestra idea puede pasar por un teléfono malogrado. Esta es la forma en como yo lo veo. Primero, debemos pensar la idea. Ay que gracioso dirán, pero este punto es para que entiendan a lo que voy. Bueno seguiré ¿Cómo solemos pensar la idea? En un brainstorming, un pimponeo, haciendo dibujos, viendo cualquier cosa en internet y seguramente de alguna otra forma rara o “cool” que tenemos los creativos para pensar. En ese momento llega la idea. En este caso pongamos que nació de un dibujo en la pizarra. Tú y tu dupla tienen la idea, ven el dibujo y se sienten satisfechos con lo que lograron. Aquí entra el proceso número dos, deben contarle la idea a su director. Como no van a poder llevar la pizarra tendrán que contársela. Esto lo tendrán que hacer con el mismo entusiasmo y emoción como cuando les llegó la idea, si omiten o se olvidan de algún punto que le da forma a la idea, ésta cambiará. Viene la parte número tres, poner la idea en limpio y armar una presentación. Al igual que cuando se la contaron al director, tienen que detallar todos los puntos de la idea en la presentación, así cuando se la presenten al cliente, éste se imaginará que quedará como ustedes la pensaron. Al cambiar o no incluir ciertas cosas, nuevamente, la idea cambiará. Por último, pero no menos importante, imaginemos que todo salió bien, la idea se realizó y tiene posibilidades en algún festival. Toca armar el caso. Mismo proceso: Cuidar cada detalle de la idea, que se entienda todo el proceso de creación y los resultados. Otra vez, si se nos pasa algo puede que el jurado entienda otra cosa y no obtengamos los resultados esperados. Entender estos procesos puede que parezca complicado, pero hay un truco que siempre me funciona: El detalle. Tu idea es buena por ciertos detalles, esos son los que nunca debes omitir. Así tengas que contar la idea unas veinte mil veces -créeme que lo vas hacer- nunca omitas esos detalles, siempre tienes que contar tu idea con la misma actitud y ganas con las que llegó a ti. Imagen cortesía de iStock
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