La música es, sin lugar a dudas, aquello que en todas sus formas y colores es capaz de despertar algo único en cada uno de nosotros: inspira, reafirma sentimientos, nos mueve, nos acompaña, nos abre los ojos… Hasta la más mínima melodía o sonido particular. Todo, depende de cómo lo percibamos, puede ser para nosotros una armonía que evoque cierto encanto. Por algo se encuentra en cada película, en cada serie, en cada publicidad y en cada momento de nuestro día que decidimos escuchar más allá de lo que somos capaces de ver. Hay momentos en que ninguna palabra es suficiente para describir una imagen. Que ninguna imagen es suficiente para describir un concepto. Pero la música… la música se describe por sí misma. Y se transforma. Lo que hoy se escuche, será lo que es, dentro de lo que se siente y piensa hoy, porque mañana una melodía se puede escuchar con más atención, con menos interés, despertar en uno algo totalmente distinto a ayer… o, en su más grande expresión, darle sentido a lo que es un mar de pensamientos confusos. Citando a Victor Hugo: “La música expresa aquello que no puede decirse con palabras pero no puede permanecer en silencio”. Es asombroso cómo una canción puede hacernos viajar como una montaña rusa; cómo nos puede levantar; cómo nos hace crear… Yo lo considero la voz del alma. Lo que expresa aquello inaccesible por otros medios. Puede notarse la magia que encarna la música cuando una misma acción se percibe distinta dependiendo de qué melodía lo acompañe. Por lo tanto, la convierte en un gran recurso a la hora de trasmitir ideas, ya que rompe con la limitación de la percepción que una imagen conlleva y la conduce hacia la mente del espectador de manera que haga juego con sus propios sentimientos llevando consigo a la vez la esencia del mensaje. No nos damos cuenta, pero no hay día en que la música no esté presente, puede estar en el ambiente, a lo lejos, o próxima a nuestros oídos. Y siempre nos dice algo que el alma ansia dar cuenta. Lo importante es… ¿estás escuchando? “En la música es acaso donde el alma se acerca más al gran fin por el que lucha cuando se siente inspirada por el sentimiento poético: la creación de la belleza sobrenatural.” – Edgar Allan Poe AUTOR Verónica Solana Estudiante de Artes Combinadas en la Universidad de Buenos Aires. Pasión por la psicología y la filosofía. Amante de la comida, la música y la vida misma. Escritora empedernida, fascinación por la metáfora, la forma más mágica de comunicación. Los pies en el suelo y la vista en el cielo. Twitter: @VerooSolana Imagen cortesía de iStock
Comentarios