Recientemente mi hija, que ha decidido dedicar su intereses académicos al estudio del marketing, me hizo llegar la imagen de la credencial de su universidad, la cual a su vez es una tarjeta de débito mediante la cual puedo depositarle y ella hacer pagos en línea y demás virtudes. Lo cual me satisfizo en el sentido total del involucramiento que se produce en los estudiantes en un mundo real. Pudiera ser raro pero son sólo unos kilómetros los que dividen entre una visión y sólo una idea. Y es que hoy todo es así. Se ha confundido el crecimiento de las empresas con el sólo acoso y exigencia del cumplimiento de la responsabilidad del pago por la prestación de un servicio. Se han olvidado de atender al cliente. El caso que más llama mi atención es el de la telefonía de prepago más usada en México, donde sucede que cuando tienes saldo la grabación te dice bienvenido a tu sistema amigo. Pero cuando no hay un sólo peso disponible te conviertes en un estimado usuario. Nos estamos acabando a la gallina de los huevos de oro por no echarle maizito, un poco de atención no le hace daño a nadie y hoy la atención al cliente está disponible 24/7, agregando un @ antes de la marca. Ponga su queja en Twitter y verá como se acuerdan de usted. Imagen cortesía de iStock
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