Todo comenzó mientras veía el noticiario local en Monterrey. Yo estaba tranquilo hasta que pautaron la segunda parte de la campaña de “cuidemos el agua” del gobierno del estado. Ya saben: hay que cuidarla, el agua es vida, y todas esas cosas. ¿Segunda parte? wow. Digo, se nota que hay una agencia detrás de todo eso. Definitivamente se ha invertido en concepto, en producción, en talento, en estrategia de medios. Pero más allá de eso, creo que deberíamos cuestionarnos si realmente un gobierno merece gastar tanto en dar ciertos mensajes. Claro, como categoría nos conviene, pero ¿como sociedad? Sabemos que esos mensajes van a las clases bajas, al voto duro, pues. Lamentablemente es algo que vemos como normal. Desde hace algunos años, los gobiernos empezaron a hacer su branding, sus producciones, sus campañas de manera profesional. Pero una vez que comienza uno a ver las noticias, los asaltos, los baches, los secuestros, es una burla que aparezca determinado gobierno con cortinillas patrocinando las secciones del noticiero. Hoy es el gobierno federal, el senado, la procuraduría, fuerza civil, los gobiernos estatales, los municipales, en fin… parece una bonanza para la industria, pero todos lo estamos pagando con nuestros impuestos. El marketing no se trata de eso. Se trata de atender, de dar respuestas, de satisfacer una necesidad, y no de crear una imagen que no es. Por otro lado, es absurdo insinuar que las agencias no le trabajen al gobierno, me queda claro, vivimos de esto. Pero creo que como sociedad sí podríamos exigir menos saturación, y como publicistas podríamos proponer plataformas efectivas. Por lo pronto, en Nuevo León un candidato pudo ganar una elección sin derrochar tanto y enfocándose en plataformas digitales. Ahora que comience su gestión veremos si también evoluciona la comunicación hacia la gente y marca una evolución, o se vuelve un completo desastre. Imagen cortesía de iStock
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