A veces parece que comimos tuna mental o que no ingerimos suficiente fibra creativa, porque la ideas no salen. El mismo malestar del estreñimiento lo sufrimos, nos sentimos mal, a disgusto, no podemos estar mucho tiempo sentados, ni parados. La búsqueda de un laxante cerebral nos urge, mientras el tiempo, cuentas y el jefe nos presiona contra las cuerdas. En este atasque suelen salir ideas pedorras, que generan risa y angustia, porque no sale nada y la junta de presentación es inamovible, o peor, estamos en medio de un pitch. ¿Tú lo padeces? ¿Te identificas con algo de los siguientes síntomas?
- El peloteo con tus compañeros se convierte en un gran silencio, unos tienen la mirada perdida, otros apuntan y tachan en la libreta, y otros simplemente se distraen con lo primero que ven.
- Alguien necea con la idea que dijo hace dos horas, dice que no está tan mal o peor aún, cree que es LA IDEA, pero a nadie le convence.
- Son las tres de la mañana y todos están buscando en ads of the world o en libros de premios publicitarios cosas para inspirarse.
- Alguien dice y si reciclamos la idea que teníamos de…
- Cuando alguien dice no vamos a inventar el hilo negro.
Si padeces de estreñimiento creativo, la mejor cura es distraerse, hacer que nuestro cerebro descanse, dejar que tu imaginación vuele libre. La clave es darse un tiempo para descontaminarse y después volver. Un cerebro descansado funciona mejor, un buen ánimo nos ayuda a quitar la miopía creativa y a digerir mejor el brief. Una persona que está bien puede pensar bien. Imagen cortesía de iStock
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