La semana pasada hablé sobre fuentes creativas alternas, donde podemos obtener ideas de manera no convencional. Hoy concluiré este tema, esperando que estas fuentes sean de utilidad y las pongas en práctica para enarbolar un nuevo pensamiento creativo. Oxigenando las ideas Escuché a alguien decir esto: “las mejores ideas, salen de los chistes”, por supuesto que sí. Desde una reunión familiar hasta una junta cataclísmica con los amigos, encontramos un sinfín de verdades dentro de esas sátiras que las personas pueden contar de manera graciosa. Un pensamiento tan simple y con gracia, puede llevarnos a la cúspide de la creación de ideas con alto grado de creatividad. Recuerdo que no he asistido a reuniones en donde no haya escuchado carcajada alguna, para ser más preciso; hasta en los velorios encontramos personas contando chistes y haciendo reír a los enlutados. Dentro de un chiste, podemos encontrar síntesis de “storytellings, insights, o acciones humanas” entre otros. Más allá de contar una bonita historia, encontrar una representatividad o simplemente hacer reír a las personas; podemos descubrir una enriquecida mina de ideas, lista para ser explotada. Ya sea porque le pasó a “un amigo de un amigo”, o sencillamente a nosotros, la idea nunca puede dejar de expresar su originalidad y sobre todo la efectividad al momento de su conceptualización. Así mismo, algunos estudios revelan; que sobre aquellos anuncios con cierto contenido sexual, y por otro lado; aquellos que despiertan los sentimientos y conmueven el corazón; la publicidad enfocada hacia el humor, se torna con mayor efectividad sobre cualquier otra categoría publicitaria. La risa, no sólo estremece el cuerpo, sino que oxigena nuestro cerebro y nuestras ideas también. Observa a través de la ventana Esta es otra forma de concebir ideas, no es sólo cuestión de observar el contexto social mientras el automotor realiza su recorrido, sino que se trata de comprender qué es lo que verdaderamente sucede dentro de esa cápsula de tiempo y cómo es que se suscitan los hechos. Mientras te sientas cerca de la ventana, puedes observar un universo en plena interacción. Anuncios en vehículos, las señales de tránsito, peatones, personas conduciendo de diferentes maneras, mascotas, rótulos publicitarios, accidentes, parejas demostrando su amor en plena vía pública, y muchos, muchos actos más que conforman ese ilimitado mundo de hechos, listos para ser tomados como referentes y dar rienda suelta a la creatividad. Dentro de este acervo cultural, podremos encontrar grandes influenciadores para una nueva perspectiva de pensamiento con efectividad sobre nuestro target. También es un hecho que el accionar humano cambia constantemente, de la misma manera tiene que ser el cambio de todos aquellos que dependemos del dinamismo humano. Se deben proponer ideas que caminen a pasos iguales al accionar de esta humanidad. Pero, no todo se fundamenta sobre la observación y cuestionamiento, sino que se debe trascender más allá de lo observado. “De nada serviría la teoría sin la práctica” lo mismo sería, la observación y el cuestionamiento sin una formulación de ideas y la ejecución de las mismas. Traslación de categorías Esta fuente, posiblemente sea un poco complicada de asimilar, pero no imposible de implementar. Su génesis no está específicamente en la publicidad, sino que es un tema tratado directamente por la psicología. El estudioso William Gordon, fue el primero en hacer mención sobre este concepto en 1,961. La sinéctica aumenta las posibilidades sobre las manifestaciones creativas para solucionar problemas de manera diferente. Este proceso busca la manera de aumentar la efectividad operativa a través de sus dos principios: “volver conocido lo extraño y volver extraño lo conocido”, es una traslación de categorías, los papeles protagónicos se intercambian para crear una nueva significación notoria. Para ejemplificar, es como si para un realizar un deporte vistiéramos un esmoquin o laváramos nuestros dientes antes de cada comida. Parecerá muy extraño el traslape de acciones, pero esa es la finalidad de la sinéctica; crear algo nuevo a partir de lo extraño y conocido. Si liberamos la imaginación y utilizamos este proceso para concebir ideas, encontraremos diversidad de ejemplos para ejecutar con algo tan sencillo como el cambio de roles. Este proceso es de gran utilidad, basta con pensar en “qué pasaría si cambiáramos alguna acción y cuál sería el resultado”, a partir de esto parámetros podremos tomar ideas fuera de la normalidad, sencillas, creativas y con alto grado de originalidad. Papel, lápiz, y apps a la mano Es imprescindible, que tomemos muy en cuenta este último punto para lograr un proceso completo en la creación de ideas. Cuando nos encontramos bajo la incógnita ¿qué voy a hacer?, a la mayoría de nosotros, no se nos ocurre nada. Tratamos de pensar en algo diferente y caemos en el mismo círculo de pensamiento, ya sea por cansancio, desesperación u otros factores que bloquean el proceso creativo, no tendremos efectividad en lo que pensamos. Las mejores ideas llegan cuando menos las esperamos, algunas llegan en reuniones con amigos, mientras vemos una película, mientras escuchamos música, hacemos deporte o hasta cuando nos encontramos en silencio. Por ello, hay que estar preparados para cuando eso suceda, es necesario que siempre se cuente con papel, lápiz y apps a la mano. Aunque parezca tedioso cargar estos instrumentos, pero podrían salvarnos la creatividad. He escuchado historias donde grandes creativos anotan sus ideas en algo tan simple como una servilleta, para luego convertirse en grandes genialidades publicitarias. Aclaro, no importa donde anotas tus ideas, pero siempre anótalas. Nuestra memoria temporal falla y hay que darle una pequeña ayuda. Lo importante es tener a nuestra disposición las ideas, en el lugar necesario y el momento justo para no tener una mente en blanco. Recuerda; las ideas no esperan, otro podría pasar antes por ellas. Imagen por iStock
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