Trabajar, es una de las cosas que más disfruto en esta vida y a lo largo de estos tres años que he estado fuera de la universidad, en el mundo laboral, he aprendido a separar mi tiempo de trabajo, el cual disfruto mucho con mis compañero, y el tiempo personal, que invierto en la congregación, con mis familiares y amigos. Sinceramente he tenido pocos empleos y pocos jefes, pero dentro de esos trabajos he logrado crecer enormemente y en este post quiero agradecer a las personas que han formado parte de mi vida laboral, porque la mayoría no encajamos bien con nuestros jefes, pero creo que yo he tenido muchas bendiciones, pues me han tocado personas que se han convertido en mis amigos. Mi primer empleo fue en una pequeña agencia de publicidad y mercadotecnia donde mi jefa fue una de las maestras más estrictas de la universidad, de esas docentes que te decía una cosa en una clase y a la siguiente te cambiaba todo; y cuando me ofreció el empleo lo acepté porque quería comenzar a trabajar. La sorpresa me la llevé cuando comenzó a confiar en mí y en el equipo de trabajo que habíamos formado cambiando su forma de ser de docente a jefa y gracias a ella pude crecer mucho. Otro jefe que recuerdo con mucho gusto es Iskar Waluyo, Ingeniero de profesión y administrador por vocación, cuando estuve trabajando con él me ayudó a crecer en gran manera, incentivándome a estudiar una maestría y reconociendo el trabajo que hacía por la empresa; además de todo el conocimiento que pude obtener de él, porque me enseñó muchos programas gratis para hacer encuestas, me mostró que el valor del trabajo por objetivos, más que pasar ocho horas sentado en una oficina, es de las persona más flexibles pero también muy inteligentes. Si estás leyendo esto Iskar, muchas gracias por tus consejos. Finalmente un jefe más que admiro mucho y no porque actualmente esté trabajando con él es Omar Villaseñor, que gracias al equipo que conformamos en la agencia me ha permitido crecer, teniendo la oportunidad de proponer ideas ejecutables y mejorables; es de esos jefes que ha permitido mi crecimiento personal y profesional sabiendo que el cambio le afectará en su departamento ha permitido que ascienda a otro proyecto dentro de la firma y eso es algo que admiro mucho de él, porque además de que lo considero mi amigo, también es estricto en el momento que se requiere. Es por eso que te digo que cada quien tiene el jefe que se merece, pero depende mucho de nosotros, a veces vemos al jefe como un tirano, que nos va a rechazar nuestras propuesta pero que en realidad, con base en nuestro trabajo y la forma humilde de externar nuestras ideas podemos hacer un excelente equipo con cada jefe que nos toque. Imagen cortesía de iStock
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