El arte se ha convertido en una realidad cotidiana, realidad que ha sido tangible gracias a los diseñadores y otros profesionales en el medio. Sabemos que, comúnmente, el trabajo de un diseñador no es muy valorado, éstas son las personas que están ubicadas en lo último de la cadena del mundo de la publicidad y por ende son quienes más sufren. ¿Por qué?, veámoslo de este modo, en la cadena de las grandes agencias, el primero es el líder, el capataz, es el llamado ejecutivo de cuenta, es el que pide el Brief y lo estudia, éste le tira la bola después a los creativos; este segundo es quien revisa las especificaciones del cliente y saca a relucir sus dotes de creativo y ahí, ¡PUM!, la bola le llega al último, al diseñador, el que es clavado para hacer las entregas. No obstante, al diseñador le toca aguantar la bipolaridad del cliente, el ejecutivo de cuentas y los creativos, y se termina convirtiendo en la servidumbre de la agencia. En ocasiones pareciera que no se les es permitido pensar, pues intentan proponer ideas que ayudan a crear diferenciación entre marcas, pero al parecer al cliente eso no le parece bien, pues traspasan la barrera de lo que es “Cool”, prefieren quedarse y morir en lo tradicional, en lo simple o quizá, prefieren una adaptación de la adaptación de la adaptación. Del mismo modo, en sentido contrario. Señor cliente, entienda por favor, que un diseñador no copia diseños, ellos saben lo que cuesta hacer un trabajo de este tipo y no quieren robar a sus colegas. Ahora bien, el cliente no tiene las cosas claras en un principio, y así llega hasta el diseñador y le dice: “Proponme algo bien lindo y llamativo, lo dejo a tu gusto, en este momento no tengo referentes”, una vez dan luz verde, el diseñador hace propuestas, las presenta ante el cliente y éste en ese momento es iluminado por algún santo de la creatividad y se le ocurren 40 diseños distintos con colores que para él son increíbles. ¿Es en serio? ¡Dios Mío!, creo que el ser diseñador es una de las pocas profesiones que debe lidiar con percepciones subjetivas de gustos, y no solo eso, también es de las pocas profesiones en donde el profesionalismo es menospreciado, pues según muchos “sentarse y hacer cualquier mamarracho es súper fácil”. Pero es en ese momento donde recopilamos todo lo anterior y nos damos cuenta que cuando se estudia diseño, no se les enseñan a lidiar con los clientes, esto le hubiese salvado la vida a más de uno. Grave error. El diseñador quiere guiarlo, créame que no estudiaron cinco años teoría del color, diagramación, tipografías, etc. Para decirle mentiras a usted, no duraron cinco años aprendiendo manejo de programas, todo tiene su justificación y su trasfondo, el azul no es azul porque sea bonito, es azul porque denota frescura y tranquilidad. Esta es una carrera que demanda mucho esfuerzo y disciplina, saber dibujar no es sinónimo de ser un buen diseñador, hay muchos diseñadores que no saben dibujar y no por eso son malos o buenos. Dirían por ahí “La práctica hace al maestro”. Los gráficos están más propensos a la piratería y por estos piratas es que el trabajo se ve degradado. Si usted como usuario ve un post en Facebook que diga algo como “Diseñamos su logotipo por $500”, ¡huya!, son personas que no valoran lo que hacen, y adivine qué le van a dar si un logotipo tiene ese precio, piense si ése es el valor que usted le quiere dar a la imagen de su empresa o de lo que esté montando. No se venda señor diseñador. Las mamás decían algo así como que “ La ignorancia es atrevida” y estoy por pensar que es verdad, cada vez que el cliente dice que el logotipo podría haberlo hecho él pero no tiene mucho tiempo, se afirma lo que ellas dicen. El problema más grande que tienen los diseñadores es su falta de empoderamiento, señor diseñador tome la palabra y aprópiese del tema según sus skills, si usted dice que es negro, es porque es así y usted tiene cómo argumentar esa decisión, punto. Denote autoridad de conocimiento ante su cliente y no pierda credibilidad. AUTOR Milly Vargas Nacida en Bogotá, Colombia. Realizadora audiovisual y Comunicadora social – periodista en proceso. Amante del hecho de plasmar mis pensamientos en una hoja, prefiero la hoja y el papel. Regida bajo la premisa “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Inquieta y creativa. Soy un ser histórico que busca compartir sus experiencia de una manera atractiva. Sígueme en Twitter @NuncaPense y en Tumblr: http://nopasanada-so.tumblr.com Imagen cortesía de iStock
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