¿Cómo captar la atención del público? ¿Cómo hacer para vender, manifestar o trasmitir de manera infalible aquello que le ofrezco a la gente? Continuamente nos concentramos en los gustos o intereses del público, pero ¿qué es lo que, en esencia, realmente mueve el interés de las personas y los llama a escuchar con curiosidad? La utilización de los siguientes conceptos favorece la apreciación del mensaje de parte de quien lo perciba.
La empatía busca demostrar que aquellos detrás de toda publicidad son como sus espectadores. Consiste en comunicarse de la manera más eficaz posible, y esto se basa en el éxito de las relaciones humanas: quienes comparten una misma forma de expresión, aun sin coincidir en gustos o metas en común, alcanzan un nivel de interacción mucho mejor, y probablemente esto forme los cimientos para un futuro vínculo entre las personas. Aquellos que puedan modificar su forma de expresión (compuesta por gestos, vocabulario, empatía en el sentido pleno de la palabra, etc.) según el receptor de su mensaje, están a medio camino de que este mensaje sea recibido de forma no sólo positiva, sino que conforme nuevos puntos de vista para el receptor, lo cual significa, tomar los conceptos discutidos y hacerlos parte de uno mismo. El mensaje puede ser algo novedoso y totalmente diferente al pensamiento común del público, pero si se logra trasmitirlo con esta empatía el simple hecho de que sea realmente escuchado y tomado en cuenta, lo hace incorporarse al juego del pensamiento desde un principio.
La inspiración no sólo se necesita para crear un mensaje, sino también para captarlo. Aquellos mensajes que nos aportan ganas de levantarnos y hacer con lo que vimos algo, son los que nos llegan profundo. Sea la posibilidad de una nueva experiencia (a través de un producto, viaje, etc.) o incluso que nos haga crecer un dejo de esperanza hacia algo que anhelamos; cuando lo que vemos nos aporta la voluntad de avanzar hacia algo, la inspiración, nos hace actuar. El mensaje entonces no sólo es recibido: se lleva a cabo. La música, las imágenes, hasta ciertos conceptos o tendencias otorgan aquella energía de cambio. Conocer al público significa reconocer lo que los hace escuchar al mundo.
Finalmente, la identidad no es simplemente lo que somos. Es lo que deseamos ser, lo que luchamos por ser y demostrar a la gente. Para esto hay que tener en cuenta algo muy importante.
Los receptores serán todos los que quieran escuchar el mensaje; por lo tanto, esto consiste en una identidad heterogénea, en un conjunto de identidades. Demostrar en el mismo mensaje que este está hecho para todos, incluso cuando se dirige a un público concreto, consiste en comunicar que todos los que conforman aquel público son significativos: todos queremos ser escuchados; ser parte; y más que nada, ser. Desarrollar una identidad, y para esto, encontrar dónde esta identidad sea aceptada. La mejor manera de atraer a alguien con el mensaje es concederle ese espacio para que este sea quien es.
Si lo que se quiere es llegar a la gente, lo más importante es considerar estos conceptos para lograr la mejor comunicación posible, ya que el receptor no se limitará a ser quien escucha, sino que formará parte del mensaje mismo.
AUTOR
Verónica Solana
Estudiante de Artes Combinadas en la Universidad de Buenos Aires. Pasión por la psicología y la filosofía. Amante de la comida, la música y la vida misma. Escritora empedernida, fascinación por la metáfora, la forma más mágica de comunicación. Los pies en el suelo y la vista en el cielo. Twitter: @VerooSolana
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