“Te entiendo, todos hemos pasado por una crisis profesional, ese momento donde no sabes si lo que haces es realmente lo que quieres hacer” y aunque parezca algo enredoso el enunciado, es más complicado el cuestionamiento en tu cabeza. Cuántas veces te has preguntado si el quemarte las pestañas en la universidad realmente ha valido la pena, si te da la mejor posición económica o si es realmente lo que te hace feliz. Pero cuál debería ser el siguiente paso ante semejante duda, probablemente escuchar lo que dicte tu corazón pero, ¿qué más? ¿Cómo saber si es correcta la decisión A o la B? seguramente no soy la única persona en el planeta con esta duda existencial/profesional, estoy segura que grandes personajes también también tuvieron que pasar por este dilema para lograr el éxito. Me acordé de una historia, Walter Elias Disney, el creador del ratón más famoso en el mundo. Él puede ser un claro ejemplo. Walter se crió en una granja con sus padres y aunque en ese momento comenzó sus primeros trazos dibujando para su hermana, nunca pensó hasta dónde podría llegar su pasión. Su primer empleo fue como repartidor de periódicos en Kansas City, más tarde se enlistó en la Cruz Roja iniciada la Primera Guerra Mundial y a su regreso soñaba con convertirse en un artista del Kansas City Star, periódico en el que había comenzado su historia laboral cuando era niño en Missouri, pero al no lograr colocarse los caminos lo llevaron a una agencia de publicidad. Ahí conoció a Ubbe Iwerks, caricaturista con el que comenzaría su primera empresa, Iwerks-Disney Commercial Artists, el sueño era grande pero la realidad económica en la que vivían no ayudó en lo más mínimo, y a pesar de la amistad que había entablado con Iwerks la empresa no duró más de un mes, finalmente terminó aceptando un empleo con una paga fija. Aquí no termina la historia, Walter siempre mostró una actitud inquieta por seguir aprendiendo y es muy probable que en éste camino haya pensado en si realmente estaría haciendo lo correcto y no conforme con todas las trabas que tenía insistió por segunda ocasión. Pidió una cámara de video prestada en su trabajo y montó un pequeño estudio en el garage de su casa y junto con Iwerks retomaron nuevamente el proyecto. Lograron producir su primera película de dibujos animados, consiguieron posicionarse nuevamente y formar Laugh-O-Gram Films, la segunda compañía que al quiebre de uno de sus más grandes clientes fue arrastrada también. ¡Dios! Para éstas alturas a mí solo se me ocurre tirar la toalla, fallar tantas veces tendría que haberlo frustrado de por vida, me habría encantado poder preguntarle ¿Qué lo movía realmente? ¿Qué era lo que no lo hacía devastarse después de tantos intentos? Walter nunca soltó la idea de ser un gran dibujante y productor, pero habían sido ya muchas decisiones erróneas, muchos baches y contratiempos que lo habrían podido quebrar; sin embargo buscó la manera de retomar su pasión acosta de lo que fuera. Viajó con su familia a Hollywood en 1923, dónde al no lograr ser contratado por algún estudio como director de cámaras, por tercera vez retomaría su propia empresa ahora con nombre de Disney Brothers Studio apoyado por su hermano Roy, posteriormente su amigo Iwerks se integraría al proyecto. Tardaron aproximadamente catorce años en lograr posicionar el estudio y lanzará su primer largometraje en dibujos animados, Blancanieves en 1937. La constancia de Walter y la fe de las personas que lo rodeaban en cada una de sus locuras es justo lo que nunca lo hizo dar un paso atrás. Nunca tomaremos decisiones correctas o incorrectas, es probable, incluso, que nunca lo sepamos, el tiempo dicta si es ese camino es el que tenías que andar para saber si estás haciendo lo que realmente desea tu corazón. Walter logró el éxito al conseguir la sinergia en toda su empresa y no solo en la grandiosa forma de explotar su creatividad, sino también en el manejo de las finanzas. Desarrollo una filosofía llamada Dream Builders, que consistía en una serie de frases motivadoras que impulsan al staff de tal forma que a la fecha han logrado ser la segunda compañía con mejor reputación a nivel mundial.* “Son muchas las manos y los corazones que contribuyen al éxito de una persona… Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te llevará a dónde quieres llegar mañana”
Walt Disney
*Smith J.2015 Las 35 compañías con mejor reputación en el mundo.
Comentarios