Hay muchas ciudades que vienen acompañadas por una frase, o claim, o slogan, que pretende definirlas. Esta es la ciudad que nunca duerme, aquella es la ciudad luz, aquella otra es la ciudad eterna, y un largo etcétera. El caso de Las Vegas es diferente, y muy particular. Siempre se la conoció (y se la conoce) como la City of Sin, la “ciudad del pecado”, pero más recientemente se le adosó un slogan que se ha hecho popularísimo en todo el mundo. Una frase que, en realidad, ha dejado de ser solo un slogan para convertirse en una verdadera filosofía para aquellos que visitan la ciudad y también para quienes la habitan. La agencia de publicidad R&R Partners, creadora de la frase, viene trabajando para la Oficina de Turismo de Las Vegas desde hace varias décadas. En 1998, a los de R&R les mostraron los resultados de un estudio sobre la relación entre Las Vegas y sus turistas. La principal conclusión del estudio era que el vínculo emocional entre ambas partes era la libertad, pero en dos sentidos. Uno, la libertad para hacer cosas, comer cosas, vestirse con cosas, sentir cosas; es decir, la libertad para ser alguien que uno jamás sería en su hogar. El otro, la libertad de todo aquello que queremos dejar atrás en nuestras vidas cotidianas. Esto es, “librarse” de esas cuestiones. Solo pensar en Las Vegas, concluyeron, hace que nos olvidemos de lo malo. Luego de analizar el estudio, Mark E. Brown, uno de los miembros de R&R Partners, decidió que la estrategia estaba clara: había que referirse a esa necesidad; establecer una conexión evidente entre Las Vegas y la libertad a la que todos aspiramos. La firma empezó a proponer algunas opciones. Según el diario USA Today, entre esas opciones estaban: “Las historias son ciertas”, “Los secretos son tuyos”, “Tú sabrás qué hacer”, “Haz la tuya”, “¿Quién necesita saberlo?”, y “Tu secreto está a salvo”. Ninguna de estas alternativas es tan fuerte y memorable como la finalmente elegida: “LO QUE PASA EN LAS VEGAS, SE QUEDA EN LAS VEGAS”. Aunque, como suele suceder, uno se pregunta si alguna de las otras opciones hubiera funcionado de manera tan contundente. Yo creo que no. Después de todo, lo que pasa en un brainstorming, se queda en un brainstorming. (Fuente: Highsnobiety.com)
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