Hoy hace 10 años comencé a trabajar en Ogilvy & Mather Colombia. En ese entonces, no éramos más de 50 personas con más sueños que presupuesto. ¿Quién iba a pensar que entre todos íbamos a llevar a esta pequeña agencia a ser una de las más admiradas y respetadas del continente y de la red mundial Ogilvy & Mather? Pero más allá de todos los logros y reconocimientos en estos 10 años y del maravilloso trabajo que hemos hecho en equipo, de lo que más me siento orgulloso es de la gente. Se me llenan los ojos de lagrimas de ver a dónde han llegado, no solo los que han pasado por aquí, sino los que siguen acá. Ver a Tito, Ciro, Santi Cortés, Zeta, Jota, Alexis, Tati Farfán, Nati Berrio, María C, Mateo y muchos más, triunfando en prestigiosas agencias de New York, Miami, Chicago, Dallas, París, Singapur, Los Ángeles, Barcelona, Cuidad de México, Cuidad de Panamá y Lima entre muchas otras, me llena el corazón de orgullo. El mismo de ver a Mimo liderando una gran agencia como Leo Burnett. O a Andrecito Moreno y a Lampre sacando adelante sus propias y exitosas compañías. Y ni hablar de los que comenzaron haciendo prácticas y ya han alcanzado, no solo cargos directivos en la agencia, sino que siguen inspirando a muchos con su trabajo, aplaudido y admirado en muchas partes del mundo. Los Camilo Ruano, Ivan Rivera, Andrés Astorquiza, Juan Cárdenas, Daniel Rincón, Diego Cárdenas, John Chacón, Julio Herazo, Fernando Parra, Fabio Quiroga, Frodo, Micho, Gabo o Lupas. Orgulloso también de los jóvenes talentos que siguen aquí escribiendo esta historia. Orgulloso de la cantidad de gente talentosa que ha pasado por estos corredores. Perdónenme por no mencionarlos a todos. No están en este post, pero están en el fondo de mi alma. Gracias a todos ustedes, porque entre todos hemos hecho historia. Gracias Juanita del Corral por creer en mí. Gracias Checha y Gastón Bigio por enseñarme tanto. Gracias Paty Méndez, Héctor Santagostino y Alejo Benavides por seguir siendo mis amigos de la vida y ahora mis partners aquí en la agencia. Gracias Juanjo, Juanpa y Mauro Guerrero por aguantarme tantos años. Pero sobre todo por ser mis hermanos, amigos del alma y compañeros de viaje. Y gracias a ti Mauro Barriga, por ser mi maestro. Dentro y fuera de la agencia. Gracias Capitán. Los premios pasan. El trabajo pasa. Lo único que queda al final, es la gente. Gracias a todos. Gracias por hacer realidad tantos sueños. Gracias por creer. Los llevaré en mi corazón y en mi memoria. Siempre.
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