El pasado sábado 27 se celebró una nueva edición del festival de publicidad rural más importante de Europa. Además de diferentes conferencias, talleres y actividades, el premio a la agencia del año recayó en la agencia madrileña Believe. Un año más, y ya van cuatrocientas personas se unieron para reclamar una mayor repercusión del mundo rural. El sorprendente festival El Cencerro se ha convertido un año más en el animador de la cultura veraniega publicitaria. Y es que a pesar de la falta de medios y de apoyos, han conseguido hacerse un hueco en el difícil mundo de los festivales publicitarios internacionales. Lejos de las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao, El Cencerro reivindica la publicidad más auténtica, la que busca poner a los productos naturales, ecológicos o socialmente responsables en el lugar que se merecen. Y a la gente parece gustarle que sea en una aldea perdida de Segovia. Quizá por ello, merece la pena destacar la presencia de más 20 agencias del mundo entero, con profesionales venidos desde Argentina, Venezuela, Colombia, Francia o California (USA). Además de la tradicional paella, el transporte en tractor de TAG o la zona de acampada de Planasa junto al cementerio, en esta edición las actividades más destacadas fueron la intervención de pintura en directo del artista Marco Pardo, los secuestros poéticos de Chema Sansegundo o la cata de vinos de David Herrero y Bodegas Zarraguilla de Sacramenia D.O. Valtienda. “Debates entre ganaderos y directores de arte, Pintura en Directo, Secuestros Poéticos o Cata de vinos son algunas de las actividades que nunca podrás encontrar en otros festivales”, destaca Begoña Moreno, Directora del Festival. Una de las actividades que más aplausos despertó fue la presentación de las placas de calles diseñadas por el colectivo de artistas Boamistura. Esta acción se encuadra dentro de la política del festival de contribuir a mejorar la imagen del pueblo.
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