Como decía un creativo con el que trabajé, para que tenga vida una idea debes darle parte de la tuya. Yo sólo agregaría también la palabra alma. El alma, al menos conceptualmente, es la que influye vida, la que nos hace diferentes, la que trae consigo un sello propio, la que nos da el valor de lo único, la fuente de nuestro ser y hacer, de nuestras creaciones y destrucciones. La primera muestra de imprimirle parte de tu alma a una idea se llama convicción. Debes creer en ella, defenderla a muerte, pero mejor que las espadas son los argumentos y estos provienen de la razón. Por desgracia cuando una idea nace de ti, muchas veces pierdes tu objetividad y terminas neceando con tus compañeros creativos tratando de convencer que tu idea es LA IDEA. Por ello y para evitarte algunas batallas innecesarias comparto contigo estos 7 tips para no perder la objetividad en tus ideas: 1.- Vuela con un pie en el piso. Cada idea publicitaria está enfocada en lograr un objetivo, no lo pierdas de vista. 2.- No te enamores tan rápido. Hay veces que llegan a nuestra mente ideas increíbles y nos enamoramos tan rápidamente que no tenemos tiempo de cuestionarnos si realmente cumplen con la estrategia. Cuando nos enamoramos también nos encaprichamos y dejamos la objetividad de lado. 3.-Comparte tu idea. Al menos con quien tengas más confianza, para que sea un primer filtro. Escucha y observa. 4.- Lee el brief cuantas veces te hagan falta. Este documento es tu “pie en el piso”. Si quieres que tu idea la compren, primero debes explicar de qué forma y por qué cumple con los objetivos de la marca. 5.- Si no comprendes un brief ¡ALTO! Si ya peloteaste, sacaste conceptos con tu equipo y hasta todos están enamorados de uno, pero aún hay dudas en la parte medular del brief, temo decirte que tu idea puede morir muy rápido. Antes de crear hay que entender. Si no se comprende el objetivo, podemos errar el camino. 6.-Evita Frankensteins. A veces son tantas nuestras ganas de que nuestro concepto sea presentado al cliente o aprobado por él que aceptamos cambios que pueden cambiar la esencia de la misma idea. Recuerda que si tratamos de darle gusto a todos, el resultado terminará no gustando a nadie. Analiza la batalla y si decides que vale la pena, defiende tu visión original. 7.-El ego puede causar miopía. Como creativos y en la medida que triunfamos en los pitchs y premios, puede que crezca tanto nuestro ego que dejamos de escuchar a los demás y de observar. El simple hecho que una o varias veces hayas sacado una campaña fuera de este mundo, no es razón suficiente para asumir que en un nuevo proyecto tú tendrás la última palabra. ¡Pies en la tierra, ojos y oídos atentos! La humildad puede ser un gran maestro. Imagen cortesía de iStock
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