Al idealizar la carrera que estudiarás (principalmente en los casos de Marketing, Publicidad y Comunicación) comienzas por fijar lo que quieres hacer en tu trabajo y a qué te quieres dedicar toda tu vida. Hay de dos sopas, un “quiero ser estratega” o un “quiero ser creativo”. Si elegiste el caso dos (“quiero ser creativo”), seguramente fue porque te proyectaste con el clásico concepto relacionado a ser un Director Creativo; vestimenta informal, cero burocracia, el cerebro de la agencia que está imaginando todo el día, detonando ideas brillantes y sobre todo, concursando por premios y reconocimientos que avalen tu trabajo. Te visualizas como un Don Drapper de la vida real. Sin embargo, como ya deberías saber, no todo es miel sobre hojuelas, nunca es así, y es donde comienzan a aumentar los soldados caídos. No es por falta de creatividad (en la mayoría de los casos); ésta se puede fomentar y alimentar para crecerla. En realidad, es porque para desempeñar la actividad creativa, no solo se requiere que seas un erudito de la innovación y la conceptualización. Entonces, ¿qué más necesitas para ser un Director Creativo? Paciencia y constancia. Primero que nada, debes entender que para llegar a la cima de la montaña, es necesario comenzar desde el pie de ella. No serás Director Creativo de un día para otro, necesitas constancia, dedicación y un par de cosas más sencillas de decir, complicadas de implementar pero que con base en la experiencia, podrás realizar cada día con menos dificultad. Tener objetivos fijos. Al ir adquiriendo conocimientos en la dinámica de la comunicación y la publicidad, ya no estás enfocado en ejecutar la estrategia creativa que se implementó, ahora tú debes implementarla y no solo eso, debes coordinar la ejecución, optimizarla, monitorearla, filtrarla, medirla y entregar resultados. Es importante saber que serás medido por objetivos y tus KPI’s, en realidad son los KPI’s de tu equipo y viceversa. Si ellos hacen bien su trabajo, tú entregarás buenos resultados al igual que si tú generas una buena estrategia, buenos conceptos, buenas campañas, ellos podrán mostrarte mejores resultados. Renovarte, seguir aprendiendo y comunicarte. Otro punto importante es que jamás es demasiado aprendizaje. Las tendencias cambian, todo cambia y tú debes saberlo, tener suficientes conocimientos para saber si lo que está haciendo tu equipo está bien realizado y que cumpla cada estándar de calidad necesario. Ellos están haciendo su trabajo y si sale bien, es porque todo está funcionando, pero si no está saliendo correctamente, mejora la comunicación para entender qué está pasando. Recuerda, son un equipo. Responsabilidad y liderazgo. Tus días ya no serán los mismos y debes tenerlo muy claro. Tú eres el responsable de que las cosas sucedan, eres el director de orquesta y si algún músico falla, será tu responsabilidad rendir cuentas. “El capitán se hunde con el barco” y la responsabilidad de que todo funcione como reloj suizo es tuya. Requieres compromiso y profesionalismo para consumar un buen trabajo diario. No eres un jefe, recuerda lo que mencionamos de “cero burocracia”: eres el líder y debes actuar como tal. Tolerancia y apertura. Como alguna vez dijo Henry Ford: “El fracaso, a veces es más fructífero que el éxito”. La tolerancia a la frustración y la canalización de los desaciertos hacia algo productivo, son características de un buen Director Creativo. De igual forma, fíjate lo que están haciendo los demás para saber contra qué compites; así, si las cosas no funcionan, tal vez tu equipo tiene la solución y no has sabido escucharlos. Mantén la mente abierta a lo que tienen que decir. Supongo que si los contrataste, es porque los consideras aptos y capaces de ser los mejores, entonces acércate ellos. Arriesga con sabiduría. Si no te arriesgas, lo más seguro es que no llegarás muy lejos. Debes tomar riesgos, como siempre lo digo y además de ello, asumir lo que conllevan, ya sean acertados o desacertados. Vas con todo menos con miedo. Delega responsabilidades. Si bien necesitas ser emprendedor y líder, ser ambas cosas también significa repartir la chamba con bastante sapiencia usando las fortalezas de cada integrante de tu equipo. No quieras hacer todo o estar detrás de todos. Confía en tu equipo, insisto, tú lo elegiste. Incentiva e incentívate. Asume los riesgos, sí, pero en el caso de los éxitos, otórgalos a todas las personas involucradas en el triunfo. Incentiva el buen trabajo y las buenas actitudes e incentívate sabiendo cuándo lograste algo y cuándo tomaste una buena decisión. Ser un buen Director Creativo, más que lo que implica la misma descripción del puesto, también implica buen liderazgo, emprendimiento, y tener capacidades como las que mencioné en el texto. “No basta ser emprendedor”. El punto más importante y que aplica para la vida diaria: sé tú mismo, es tu estado natural más original, es como serás más creativo y como te distinguirás en un mercado tan competido. No temas a la crítica, teme no estar haciendo lo que deseas hacer. En ocasiones, confiar en tu instinto no es tan mala idea como crees.
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