Si alguna vez me han leído, seguro saben de mi pasión enferma por el tenis y también saben que no entiendo nada de fútbol y que no soy muy fanático de los deportes en equipo.
Como dije, no entiendo el fútbol. Ni me apasiona, ni me entretiene. El béisbol me da una hueva tremenda y el basquetbol conecta conmigo como un Lopezobradorista con el PRI. El caso es que prefiero el deporte individual. Creo que por la simple y sencilla razón de que no dependo de nadie para que mi talento (poco o mucho) me haga ganar. Por eso me encanta el tenis, porque eres tú contra alguien más. No dependes de que tu compañero haga algo para que ganes. Si ganas, ganas tú; si pierdes, pierdes tú. Así y todo, hay un deporte en equipo que en lo personal adoro, porque en realidad representa todo el espíritu de lo que un equipo debe ser: compañerismo, diversión, respeto y apoyo. Se trata de la publicidad. Para mí, la publicidad a.k.a “esto que me da de comer” no es un trabajo, es un deporte. Y me voy a la definición del diccionario: Deporte: Actividad recreativa o ejercicio físico sujeto a determinadas normas en que se hace prueba con o sin competición de habilidad, destreza o fuerza física. ¿Lo ven? 1.- Actividad recreativa. No hay día que no me divierta y me la pase a todas margaritas en la oficina. 2.- Ejercicio físico. ¿Qué órgano hay que sea más físico que el cerebro? Si no me creen, traten de pensar todo el puto día en cómo decir de una forma que no se haya dicho antes que “esta ropa queda más blanca que el blanco del jabón de la competencia”. A ver si no quedan exhaustos no solo mental, sino físicamente. 3.- Sujeta a determinadas normas. Estamos sujetos a un montón de briefs con reglas y restricciones de todo tipo. Incluso tenemos normas legales; muchas veces de las empresas con las que trabajamos o hasta del gobierno. 4.- Con o sin competición de habilidad, destreza o fuerza física. Todo el tiempo estamos compitiendo por ganar cuentas o proyectos e incluso competimos entre nosotros para ver quién tiene la mejor idea. Pura habilidad y destreza. Y si pudiéramos llegar a los puños para ganar negocio, conozco a muchos que lo harían. Así que, hasta científicamente, cumple con todo para que no se considere un trabajo. Y no es un deporte de exhibición. A veces puede ser un deporte de contacto, sanguinario y despiadado. Pero acá, a diferencia de los deportes de equipo que no me gustan, cada jugador sí hace la diferencia. Acá no importa si tenemos al “Messi” de los creativos, porque sus habilidades significan nada sin el apoyo de los demás. Acá cada cosa que hace cada uno, suma para tener un equipazo. Es más, hasta del lado del cliente es necesario jugar como equipo porque si las ideas que hacemos no ven la luz, pues todo se jodió. En estos casi 25 años que tengo practicando este deporte, he tenido la fortuna de dirigir, ser dirigido y trabajar codo a codo con grandes cracks a los que les he aprendido un montón. También he conocido gente que me ha enseñado cómo no hay que ser, y honestamente puedo decir que hoy, ese equipo que tengo el honor de dirigir, es el mejor que me ha tocado. Titanes, apasionados de las ideas, humildes y brillantes. ¿Por qué escribo este post? Porque estamos a escasos días de que empiece el mundial de la publicidad y las ideas: el Festival de Cannes. Y a diferencia de competiciones como el fútbol o el béisbol, los partidos no se van a llevar a cabo la próxima semana; las batallas ya se libraron hace mucho tiempo. Ya nos dieron un brief, planning ya encontró un ángulo diferente, ya se nos ocurrió la idea, ya la presentamos, ya le hicimos cambios, ya la volvimos a presentar a los jefes, ya le hicimos cambios, ya la volvimos a presentar, ya los jefes la presentaron a su jefe y ya su jefe la presentó a su esposa y les dijo a todos los cambios que quería (su esposa y él). Ya la idea está como la presentamos al principio. Ya la mostraron en 6 focus groups de señoras que no tienen ni la más pálida idea ni de publicidad ni de muchas otras cosas. Ya la cotizamos, ya la negociamos, ya pagamos por ella lo menos que se puede sin que la idea parezca producida en Malaui. Ya la ejecutamos. Ya la sufrimos con el fotógrafo / director / community manager / locutor / artistoide o quién sea que la haya hecho con nosotros. Ya la vio nuestro Director Creativo Regional y Global, ya la tradujimos a nuestro mejor inglés y ya está en los archivos digitales del festival. Más no se puede hacer. El trabajo está hecho. La bola está del otro lado de la cancha. Ahora dependerá de que 30 jurados de todo el mundo, piensen que, de entre 40,000 piezas publicitarias inscritas de todo el globo, las 19 que mandamos nosotros son suficientemente interesantes y decidan pasarlas a la lista larga, para luego pasarlas a la lista semi larga, para luego pasarlas a la lista corta, para luego discutirlas y luego destrozarlas y al otro día volverlas a discutir y volver a destrozarlas y luego, si consideran que son lo suficientemente buenas, darles el tan codiciado León. De bronce si consideraron que la idea era espectacular pero no digna de más, de plata si es que consideraron que es un ideón de no mamar y que cuando puedan utilizarán el pensamiento de esa idea para tratar de inspirarse para otra cosa y de oro si es que la idea los dejó locos, les voló la cabeza, les da una envidia de la recontraputamadrequeloparió y van a llegar a sus respectivos países a regañar a todo su equipo porque cómoesposiblequenosenosocurraunaideaasímellevalachingada. Si me preguntan a mí, por el simple hecho de tener trabajo digno de mostrarse a esos rockstars de la creatividad mundial, ya ganamos. Ya ganó el equipo. Así que como Director Técnico (y a veces jugador) de este gran equipo y a unas 72 horas de que inicie el torneo más esperado y codiciado del año, quiero darles las gracias por todo el esfuerzo, las horas invertidas, las risas, las pizzas, los enojos, las horas de música terrible que nunca voy a entender, los kilos ganados, las horas sin sueño y claro, por dejarme aprender de ustedes. Así que este post, queridos Pupp, Filiberti, Francia (este es mi post y yo te digo como carajos se me da la gana) Sopas, Villa, Rey, Mazunte, Juan, Rich, Antonio, Quique, Chango, Aedo y Borda, va dedicado a ustedes. Muchas gracias por tener las ideas que tienen y por dejar el pellejo junto conmigo todos los días en esto que amo. Los quiero cabrón. Y no importa lo que pase la próxima semana, nosotros ya ganamos.
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