Paquita nunca se equivoca, así que por el bien de la agencia, por el bien de las ideas y por el bien de nosotros mismos, hoy quiero que pensemos en lo beneficioso que sería para todos que nos perdamos el respeto. ¿A qué me refiero? En los últimos dos meses, a la agencia ha entrado mucha gente nueva, específicamente al departamento creativo y eso se nota en los peloteos. Cuando ese copy o arte nuevo presenta una idea y es mala, muchos en automático buscan la manera más dulce y políticamente correcta de decirle que es un asco. Pero también están los que de plano prefieren no herir sentimientos y sacarles la vuelta. Esto señores, la neta no le sirve a nadie. Ni al que hizo una cagada de idea ni al que está evaluando las propuestas y mucho menos al equipo. Encima de eso, ¡se pierde tiempooo! Tiempo que muchas veces es valiosísimo cuando tienes que presentar un pitch al día siguiente. Piensa en todas las veces en las que has peloteado con alguien al que no le tienes confianza y ahora piensa cómo es cuando estás con un creativo con el que te sientes cómodo, ya sea tu dupla o alguien más. En mi caso, es hermoso estar peloteando con una persona a quien le puedes hablar sin rodeos: “Wey, es una pendejada, ya ni le rasques”, “Te estás clavando en una tontería, no es por ahí”. As simple as that, y ya nos ahorramos un mundo de desgaste mental y de horas invertidas en algo que no está en brief o que sencillamente no funciona. La crítica es parte de esta chamba y más vale que lo aprendas tan pronto como puedas, porque en ella están tus posibilidades de mejorar en lo que haces. Ojo, no se trata de ser un patán y caer en la grosería, pero sí de tener el coraje para ser muy sinceros con la otra persona. Inténtalo, verás que un día te agradecerán que hayas sido un poquito duro con ellos porque sin duda los habrás ayudado a ser creativos de un mejor nivel.
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