Seguro en más de una ocasión te has pasado de despistado(a) y como yo, cada junio del año googleas la fecha en que se celebra el Día del Padre. Descuida, la confusión es un tanto normal, ya que como sabrás, en la mayoría de los países se celebra el tercer domingo de junio, pero en otros, las fechas son muy distintas. Por ejemplo, en España se honra a la paternidad el 19 de marzo o en Corea del Sur, el 8 de mayo. Aunque ese día nos hubiera facilitado más las cosas, pensando que sería hermoso juntarlo con el festejo a mamá, aquí nos toco vivir ¡y ni hablar!, igual de significativa e importante es esta fecha un poco variante. Por ello, quiero dedicar unas breves palabras a nuestro líder de la vida: el mejor jefe y director creativo. A pesar de que el concepto de director creativo ha cambiado mucho desde el icónico Don Draper, así es literal como algunos publicistas vemos a papá, y no me refiero a la imagen de mujeriego bebedor, sino al héroe que estratégicamente dirige a su equipo: con carácter determinante, ideas pertinentemente originales, respuestas y habilidades “todológicas” a las que en todo momento recurrimos para resolver cualquier adversidad. ¡Pregúntale a tu papá! Claro, toda la responsabilidad recae en su toma de decisiones y cual agencia publicitaria, la familia siempre espera que su director le dé luz verde ante cualquier planeación. Él no impone, dispone, además, es capaz de aceptar nuevos bocetos, escucha tus sugerencias por muy ridículas que éstas parezcan y sutilmente te hace darte cuenta de lo imbécil que puedes llegar a ser cuando lo estas haciendo mal. Él es experto en reprensiones, por lo que seguramente siempre te dará unos cuantos zapes mentales que te acomoden las ideas. Su imagen serena y fría le permite llevar una jerarquía fuerte en sus hombros pero, sobre todo si eres mujer, te darás cuenta que es mero caparazón, pues en momentos emotivos o cuando tu corazón está en tres por cuatro, como por arte de magia, la sensibilidad se apodera de su cuerpo. Sabe ser jefe y amigo, pues para él no hay distinciones; en su equipo nadie es menos importante, nadie es más que otro. Es supervisor de todo lo que acontece pero trabaja con el ejecutivo de cuentas (mamá, pilar de la familia) para fortalecer la estrategia. Su exigencia, a pesar que algunas veces parezca injusta, es por el bien tuyo y del equipo, todo con la finalidad de hacerte crecer como persona y profesionista. Te ama incondicionalmente pero tus gustos le parecen un desastre; nunca jamás nadie será lo suficientemente bueno(a) para ti. Te exige puntualidad, quiere las cosas rápido, te quiere productivo 24/7 y no termina de aceptar tu excéntrica y loca personalidad, por lo que en todo momento quiere cambiarte. Una vez que se da cuenta que eres una piedra que no podrá pulir a su antojo, se dará por vencido pero te sigue amando tanto o más que al principio conforme vas creciendo, con mayor respeto hacia tu individualidad. No entiende el por qué decidiste ser publicista, tampoco qué es lo que realmente haces, pero te apoya día a día en tu aventura creativa, como en otras de tus más raras pasiones. Tal vez no entiende muchas de las situaciones por la que pasas, lo cual te llevará al borde del desquicio, no obstante, siempre será tu soporte, te levantará todas las veces que caigas y sentirás su cariño presente en cada uno de los pequeños detalles cotidianos que lo hacen un ser extraordinario. Por eso, disfruten mucho a su director creativo, consiéntanlo, denle amor en la forma que ustedes gusten o en la que se pueda, pues el trabajo u otros motivos, les impedirá a algunos estar cerca de él y qué importa no estar en esta fecha cuando tenemos el resto del año. Aprovechen cada minuto. Post con cariño a todos los papás de la familia Roastbrief, nuestros lectores, colaboradores y en especial al mío, Lic. Abel Hernández López.
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