La publicidad se ha caracterizado por definir parámetros de belleza, pero ¿qué pasa cuando busca derribar estereotipos? Hoy nos enfrentamos a otro tipo de publicidad, actualmente uno de los modelos favoritos de los publicistas y es el aspiracional, en el que los consumidores desean ser como la celebridad o modelo lleno de estereotipos que aparece en un spot de televisión, cartel o revista. Pero en los últimos años, hemos presenciado un fenómeno de extremos, en los que la mayoría de la sociedad no encaja. Por un lado, se encuentran las modelos con delgadez extrema, como la última campaña de Yves Saint Laurent que fue prohibida y por otro, los modelos con cuerpos perfectamente esculpidos por Photoshop. Dentro de este caos, nace una nueva propuesta: las modelos plus size, una estrategia mercadológica muy interesante que permite que las mujeres se identifiquen con las modelos, mostrando cuerpos reales; de ahí el auge de las modelos plus size como Jennie Runk o Tara Lynn, que han realizado campañas publicitarias para H&M y han aparecido en importantes revistas como Vogue. Las nuevas generaciones buscan liberarse de los estereotipos. Vemos nuevas campañas con gran impacto como la de Coca Cola “Tomemos un segundo extra” o Dove con “Sketches” y aunque aún no hemos llegado a una completa identificación con la persona promedio, es un inicio contar con campañas publicitarias para personas reales. La tendencia que vivimos es la superación de la delgadez extrema (thank god) y la llegada de parámetros reales de belleza derribando estereotipos. Como responsables del marketing o publicidad de una empresa, debemos ser más cuidadosos en la toma de decisiones y cambiar la aspiración a una marca con la identificación. Es una forma en que nuestra marca tendrá una imagen positiva y un acercamiento con sus clientes, lo que se traducirá en ventas. Imagen cortesía de iStock
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