Los bloqueos mentales en el mundo de la comunicación, el marketing y la publicidad, son un tema mucho más delicado de lo que aparenta ser; puede ser tu perdición al desarrollar un concepto, una campaña, una estrategia, un texto, una pieza de diseño o cualquier cosa “pinche”, que al no encantarte, se convierta en tu tormento eterno. OK, exageré un poco, pero sí es algo muy malo cuando te dedicas a generar ideas. No existe un método científico para la creatividad; ni siquiera procedimientos genéricos que te ayuden a romper aquel bloqueo mental que no te deja tranquilo. Es un proceso muy complejo de sinapsis donde intervienen recuerdos, experiencias, personalidad y mil factores más, que la verdad, no entiendo. Sin duda, un punto a favor de la humanidad para no ser sustituidos por máquinas en el trabajo. Pero iré al punto (sé que divago mucho): Si no existen procedimientos ni métodos comprobados para generar la creatividad, ¿cómo me deshago de mi bloqueo mental? Primero que nada, sé que sonará trillado pero: “el cerebro es un músculo; trabájalo”. Fomenta tu creatividad rodeándote de más creatividad. Recuerda lo que dije en mi primer texto “La creatividad está en el aire…” Interactúa con seres humanos Entiendo que ser diseñador (es un ejemplo) en ocasiones no te permite despegarte del ordenador ya que el trabajo te come la vida y si te alejas unos momentos, ese tiempo se convierte en valioso tiempo que necesitarás para irte temprano, pero, ¡socializa! Si estás creando algo y un bloqueo no te deja continuar, acércate a colegas, compañeros, superiores, algún amigo, ser querido o a algún ser humano. Platícale lo que estás haciendo; te aseguro que puede brindarte ideas brillantes sin ser necesariamente expertos en tu área. La creatividad no tiene un sector específico, solamente surge y se alimenta. Deja de “pelotear” y empieza a pelotear Si te estás dando cuenta que tus juntas de “peloteo” se convierten en un vaivén de comentarios sin sentido y en ocasiones, en un chisme de oficina, aléjate y empieza a practicar alguna actividad física que ocupe un poco de tu atención mientras haces un brainstorming interno. De hecho, de ahí viene el término “pelotear”, aunque parezca muy difícil de deducir. A mí me gusta patear un balón de fútbol si tengo oportunidad. Si se te complica, la actividad más sencilla y útil que puedes hacer es caminar. Inspírate en los demás Ver el trabajo de los demás en sitios como Ads Of The World o Abduzeedo. No significa que copiarás lo que han hecho otras personas; al contrario, ver un pequeño detalle o una palabra puede significar encontrar la última pieza del rompecabezas mental que estás intentando descifrar. Arriésgate, inténtalo Hay momentos en los que una idea genial vino a tu mente y cuando estás a punto de expresarla, encuentras una voz perturbadora y amargada en tu cabeza diciendo: “Nah, no funcionará…”. Puedo asegurarte que las mejores ideas vienen de pensamientos irreverentes. Arriésgate siempre que lo puedas hacer; es mejor encontrarte con un “al menos lo intenté” que con un “¿qué hubiera pasado si….?”. Intenta cosas nuevas, innova de verdad. Escucha música e imagina con ella Este consejo es de los consejos más clichés que todos conocemos, ya sé. Pero espera. Déjame explicarte. ¡Shhh!… ¿Ya estás poniendo atención? OK, ahora sí, intenta esto: Escucha una canción. Comienza a formar una historia con la letra o con el sonido. Utiliza tu imaginación y haz un video mental de la canción que escuchas; cuando ya hayas formado algo en tu mente, intenta enlazarlo con la idea que necesitas conseguir. Si no funciona, intenta con otra. Este último consejo es el que más practico en mis más oscuros bloqueos mentales; me funciona bastante bien. En realidad, todos los utilizo con frecuencia y por eso los comparto contigo. Inténtalos, prueba cosas nuevas. ¿Te funcionaron? Dímelo en Twitter a @JazoConZeta. Si no te funcionaron, por favor compárteme tus consejos; nunca está de más intentar alternativas para ser el mejor de la cancha. Imagen cortesía de iStock
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