En el ir y venir de candidatos y campañas, más allá de ver que las propuestas fluyan, sólo se deja ver al suspirante sonriendo. Y toda su dinámica se enfoca en la llamada COMUNICACIÓN SOCIAL, acción de cobertura periodística que reporta todas las acciones del personaje en cuestión y está bien siempre y cuando sea objetiva. Pero hay dos vertientes que se han olvidado, LA COMUNICACIÓN PÚBLICA Y LA POLÍTICA, la primera es aquella donde un interlocutor da los protocolos de respuesta humana para una mejor percepción del protagonista, del partido, al tener contacto con la gente; porque nuestros personajes políticos rayan de no VERDADEROS. Cuando en su normal actuar ni siquiera le dan el saludo a su prójimo y de buenas a primeras resulta abrazan a todo mundo, el sonreír ES LA LLAVE DEL MUNDO. Pero eso no lo enseña un reportero, ni un productor y mucho menos un estratega de campaña, lo hace un ASESOR DE IMAGEN PÚBLICA. Al parecer, para el círculo político, todo esto no es necesario porque los que hacen campañas lo SABEN TODO. Y finalmente el pilar de vinculación en oportunidades de crecimiento social, entiéndase la persona que HACE el enlace con la gente que pudiera interesarse en quien tiene algo que ofrecer y que pudiera interesar a los demás atravesó de un a puerta de credibilidad total, esa es COMUNICACIÓN POLÍTICA. La carrera está que arde pero lo mejor vendrá en las últimas dos semanas de campaña, porque no están administrando SONRISAS, informando lo necesario y mucho MENOS acercándose A QUIENES tienen que HACERLO. A la CLASE POLÍTICA se le olvida LA CLASE MEDIA, la clase que no le cree a los MEDIOS, y más allá de proponer se han pegado LOS UNOS A LOS OTROS con sus campañas negras. AUTOR Imagen cortesía de iStock
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