Soy de esos quisquillosos que quieren llegar temprano a la función de cine, y no por pasar a la dulcería o tomar el mejor asiento, sino por la excitación que me causa ver los tráilers de los próximos estrenos. Y es que el tráiler, junto con el afiche cinematográfico, sigue siendo la mejor manera de causar expectación en el publico cinéfilo, a pesar de las nuevas acciones publicitarias, de los BTL’s, las activaciones y tantas otras nuevas estrategias mercadológicas que se han inventado los creativos. Vayamos por partes. El tráiler ha ganado su lugar, como una de las principales formas de promocionar una cinta desde hace más de un siglo. Se dice que fue Nils Granlund, productor de Broadway, quien tuvo la idea en 1913 de presentar su obra “The Pleasure Seekers”, por medio de un pequeño audiovisual. Poco tiempo después, el mismo Granlund haría lo mismo con una cinta de Chaplin. Actualmente, y gracias a las nuevas tecnologías, no solo disfrutamos de los tráilers en la pantalla grande (ni siquiera en la chica en formato DVD o BlueRay); ahora podemos recrearnos con ellos gracias a plataformas como Youtube y Vimeo, incluso en aplicaciones como IMDb. Sin embargo, el tráiler puede ser un arma de dos filos (para el espectador, no para los productores), ya que puede crearnos altas expectativas, principalmente en películas de acción, cómicas u horror, mostrándonos lo único rescatable. Y es que hay de tráilers a tráilers; están aquellos que se han vuelto tan clásicos como las cintas que promocionan, como Alien, El Exorcista, Pulp Fiction, El club de la pelea y claro Psicosis, con el mismísimo Alfred. Mención aparte merecen los realizados para las cintas de Kubrick, Eyes Wide Shut, A Clockwork Orange y The Shining. En los últimos años también hemos podido disfrutar de grandes avances, como El cisne negro, Gravedad, Matrix Reloaded, 300 e Inception, que ya nos preparaban para unas cintas que iban a cambiar el cine (al menos visualmente hablando). Otros tráilers épicos que podría añadir son el de The Dark Knight y el de Star Wars Episodio I, los cuales dejaron grandes expectativas en los espectadores –lamentablemente en el caso de la cinta de George Lucas, la decepción fue lastimosa-. Ahora toca el turno de hablar de los teaser, que el último año se “pusieron de moda”; esos avances de los avances que en lo particular me parecen innecesarios pero que logran causar mayor expectación. Los últimos casos que pudimos ver son los de cintas como Avengers 2, Batman V Superman, Star Wars Episodio VII y el patético avance de los Juegos del Hambre, Sinsajo Parte II. Parece ser el momento en que se tomen a los tráilers como piezas únicas, que además de ser avances, nos dejen intrigados con la trama y que a partir de pistas, se conviertan en productos audiovisuales de culto, tanto como la cinta que promocionan.
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