El sueño de muchos adolescentes; llegar a una agencia donde su trabajo se vea reflejado día a día, sin necesidad de vestir atuendos innecesarios, conviviendo con un equipo donde se respira la creatividad y la innovación y sobre todo, conseguir hacer lo que más te gusta. Ese es el sueño de una gran cantidad de estudiantes millenials que anhelan el desapego a las típicas empresas corporativas tradicionalistas donde la burocracia, los procesos y métodos innecesarios prevalecen. Al llegar a la tan perseguida entrevista, se topan con una lista de habilidades que probablemente no cumplen en su totalidad, a veces con un sueldo que rebasa el límite del mínimo que deberían aceptar, pero aun así continúan con el proceso. Reciben una propuesta de trabajo y de inmediato la aceptan, no pueden desaprovechar tal oportunidad de crecer. El primer día de trabajo en La Agencia está a punto de llegar. Inician su jornada con algunos quehaceres, tal vez un par de personas se acercan a saludar y brindar un poco de apoyo para que la curva de aprendizaje disminuya. Los días de entrenamiento decrecen, mientras los días de quehaceres aumentan, nada que espante a tan motivados jóvenes con hambre de llegar muy lejos y ganar muchos premios. Con el paso del tiempo, las actividades del Trainee van aumentando, muchas veces fuera de su posición en La Agencia, ya que por ser “el nuevo” colaboran con distintas áreas. Siguen aprendiendo, siguen involucrándose y algún día dejan de ser Trainee con mucho esfuerzo y aguante para los días en los que les toca salir realmente tarde porque hay “bomberazos”. Ahora sí, su carrera en la agencia ha comenzado como debe ser, ya empiezan a tener responsabilidades más importantes. ¿Dónde está todo lo que visualizaron, todo lo que La Vida de Agencia les prometió? Siguen ganando poco dinero, su vida prácticamente se basa en ir a trabajar, regresar, dormir, y volver a ir a trabajar, los proyectos no son lo que esperaban, no están aprendiendo demasiado y su desempeño no se ve recompensado ni incentivado. Las demás agencias comienzan a hacerles “ojitos”, pero al llegar a la siguiente Agencia, viven el mismo proceso pero en una jerarquía un poco mayor. ¿Acaso las agencias se están convirtiendo en las nuevas empresas corporativas burocráticas con métodos y procesos innecesarios? Supongo que no es tan complicado, la vida de agencia siempre ha ofrecido expectativas alternativas a un trabajo convencional, es el camino natural que se creó en este tipo de empresas. ¿Por qué perder dicha esencia a estas alturas? Es algo que tiene gran valor y estima, por eso también tiene tanta demanda y es que como agencia, debes tener en cuenta algunas cosas. No siempre el cliente tiene la razón debes aprender a defender y argumentar tu punto de vista, debes dar más crédito a tu equipo, incentivar al talento en tu agencia, está mal sobresaturar de trabajo a tu personal a tal grado que una jornada laboral no baste, existen proyectos que te quitarán más que lo que te darán y hay que saber identificarlos antes de aceptarlos, para que tus trabajadores sean los mejores, también necesitan que inviertas en equipo tecnológico mejor, es importante que exista una buena comunicación y relación entre los integrantes de la agencia, siempre es necesario seguir capacitando a tu equipo, desde el de abajo hasta el de arriba y por último, cada área requiere su personal capacitado, por intentar ahorrar, buscas a un Copy – Diseñador – Planner que sepa renderear y lleve el contacto con el cliente por 8 mil pesos, probablemente las personas que acepten esa oferta, no serán justo lo que tenías en mente. Son estas las razones que están obligando a que el talento, busque nuevos horizontes. Y no es para menos, el personal conforma la agencia, si no se cuida y si no se busca aportar más para que tu equipo se sienta mejor, tarde o temprano se verá reflejado en un escape masivo. No matemos el espíritu emprendedor del talento en las agencias, fomentemos las mejores prácticas y dejemos de buscar atajos para gastar menos en talento o en herramientas sacrificando cosas cruciales para el crecimiento, no queremos que los más talentosos que forman parte de ti, agencia, se acerquen para tener que decirte “no eres tú, soy yo” cuando todos sabemos que sí, si eras tú. Imagen cortesía de iStock
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