En la actualidad, se habla mucho acerca de ser diferentes frente a los demás para marcar una diferencia, para sobresalir entre el mar de competencia con el que nos enfrentamos día con día. En el caso del mundo de las marcas, esta regla es tan importante como lo es en nuestras vidas, porque incluso en ese campo, la competencia cada vez es más peleada. Aunque conscientemente nos enfrentemos a este tipo de problemáticas, a veces nos olvidamos cómo se llama ese diferenciador de un producto o servicio y no es más que la USP. Como sus siglas en inglés lo indican (Unique Selling Proposition), la USP es eso que nuestro producto tiene que lo hace distinto a todos los demás, y en base a eso, lo hace resaltar de la competencia que se encuentre en el mercado. El término se le adjudica a Rosser Reeves en los años 40, el cual decía que la USP tiene que ser atractiva para el público, para que el producto sea preferido por éste. Este ícono es históricamente reconocido por el concepto que manejó para la marca m&m’s, “Se derriten en tu boca, no en tu mano”, haciendo referencia a cómo, con los productos competencia, si tomabas los chocolates, se deshacían en tu mano y la manchaban. En esa época, la competencia era bastante pequeña en comparación a la de hoy en día, por lo que la tarea no era sencilla pero sí mucho menos compleja como lo es en la actualidad. Cabe destacar, que la USP no es algo que la publicidad inventa para el producto sino que el producto mismo te brinda, esa cualidad existente que el publicista debe descubrir. Esto hace que cada vez sea más necesario buscar nichos de mercado que no han sido cubiertos e innovar constantemente en los servicios o productos, para no hundirse en el mundo de las marcas. Imagen cortesía de iSotck
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