Para mí, cada uno de nosotros somos como una versión bastante disparatada de un brief y es que si te pones a pensar, estamos compuestos de cada una de las partes que lo conforman y la razón es bastante simple: este documento es la esencia de todo. El brief, es el principio, desarrollo y fin de una campaña, porque aunque no lo creas, este curioso texto no es solamente es el parteaguas para la creación de una idea, sino que hace parpadeantes apariciones en el desarrollo del proyecto y cuando la campaña aparece frente al público, todo en ella indica la huella indeleble de este documento. Así que sí, nosotros también somos un increíble brief, porque estamos hechos de antecedentes, esos que nos han hecho estar parados donde hoy estamos, esos que a veces nos desgarran y otras veces nos erizan la piel. Si lees de dónde venimos, podrás saber por qué actuamos de esta forma, por qué pensamos de esta otra y todas las piezas encajarán de forma tan perfecta como lo hace un rompecabezas. Sí, también tenemos un objetivo en esta vida. Pero no te confundas, eso no significa que a lo largo de nuestra vida no persigamos un sinfín, pero al final de nuestros días, creo que existe una misión primordial que debemos cumplir y todas nuestras acciones de alguna u otra forma, están guiadas para llegar a esa meta esperada. Es aquí cuando llegamos a la parte del factor o mensaje clave, que para mí es uno de los más importantes, porque resumen todas esas cualidades que nos hacen únicos y queremos transmitirle a las personas. Sea branding personal o nuestra propia marca, debemos ser muy cuidadosos con esta parte porque es aquí donde, al igual que las marcas, no debemos inventar virtudes, sino que debemos ser honestos con lo que realmente somos y saber sacarle provecho a nuestras fortalezas y por qué no, a nuestras propias debilidades. Afortunada o desafortunadamente, competencia hay y mucha. Si a mí me preguntan, creo que es algo maravilloso, porque eso hace que nos motive a dar siempre el plus y tratar de afrontar nuestros propios límites. Saber qué lugar ocupamos en una empresa, la sociedad o incluso en la familia, nos da roles y nos enseña hacia dónde dirigirnos. Me gusta ejemplificar la sección de duración de la campaña, con una reflexión. Para mí, creo que todos a lo largo de nuestra vida, estamos hechos de una serie de campañas, que son las etapas a través de los años; ciclos que empiezan, ciclos que terminan. Ojalá fuera tan fácil como en un brief y poder saber la duración de algo y dar rápidamente la vuelta a la página. Pero al final, al igual que una marca, campañas van y campañas vienen y es parte de su naturaleza que sus conceptos vayan cambiando con ellas, así como las etapas en nuestra vida se componen de tantos cambios. Es así como llegamos a los mandatorios, que para mí no son más que los valores o esas cosas tan auténticas, que permanecen con nosotros a través de los años. A diferencia de un brief, no los veo como algo obligatorio que nos impongamos, sino que ya vienen instalados en nuestro chip desde que nacemos y brindan ese sello propio que nos hace tan característicos. Porque finalmente, los conceptos de campaña podrán ser distintos, pero son como capítulos de un libro, en el que su esencia y nuestra esencia, permanecen intactas, pase lo que pase. Así que sí, nuestra vida viene con un brief, un excelente brief que inconscientemente escribimos y le damos forma. Tal vez la publicidad no esté tan alejada de la realidad y a veces nos recuerde muchas facetas de nuestra existencia. Al menos yo he encontrado mucho de mí en ella; ojalá pueda pasarte a ti de la misma forma. Imagen cortesía de iSotck
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