La Ciudad de México ha sido invadida de nuevos espacios publicitarios casi en todas partes. Nuestros trayectos de un lugar a otro son testigos de múltiples vallas, lonas, espectaculares, pantallas de leds, vallas móviles, gallardetes, camiones y muebles urbanos llenos de marcas que se pelean por llamar nuestra atención, pero en realidad, al final de cada recorrido ¿recordamos algo? ¿Alguna vez has contado todos los espacios publicitarios cuando te trasladas de un lugar a otro? Si no, te invitó a que hagas el experimento. La publicidad en las calles se ha tornado en un ruido, en contaminación visual, en ser parte del “paisaje”. Hoy, prácticamente en cualquier parte donde voltees verás publicidad. Todo tiene potencial de convertirse en escaparate de las marcas y esto nos complica la labor a todos. De aquí derivan los nuevos retos, las nuevas necesidades del cliente y de la marca, el deseo de no perderse en este mar de comunicación, donde podamos ser vistos. Simplemente, ¿a cuántos de ustedes el cliente les ha pedido un “viral” o una “activación que se vuelva viral” para ganar notoriedad? ¿Cómo luchar contra el peligro de volvernos invisibles? Hay ejemplos alrededor del mundo donde existen espacios que concentran la publicidad en un solo lugar, donde ésta se convierte en motor y centro de atracción, y la gente acude dispuesta a recibir mensajes, entre los más conocidos: Times Square en Nueva York y Picadilly Circus en Londres. ¿Por qué no crear un espacio así? Un sitio funcional, respetuoso de la ciudad. Yo soy de los que piensa que es mejor tener un gran espectacular en lugar de 20, creo que un mensaje atraerá más por su contenido que por la frecuencia en que sea visto, en que lo relevante nunca será invisible. Este sigue siendo un gran reto para mi, porque las “tendencias” se están yendo para que la publicidad se te atraviese y te diga hola en cada paso, inclusive cuando vas al baño. Tal vez soy un soñador, tal vez muchos estén en desacuerdo conmigo, pero esta es una realidad y hay que ver hacia el futuro, pues todo pinta para que en un mediano plazo exista un contracción en los espacios publicitarios. El primer paso ya tiene nombre y apellido, el Manual del Reglamento de la Ley de Publicidad Exterior del Distrito Federal creado por la SEDUVI. Juntos tenemos el poder de crear mejores espacios para la publicidad, en lugar de que sean simplemente más. En este caso, menos es más. Imagen cortesia de iStock
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