Diseñar, con el tiempo que su oficio requiere, se vuelve un estilo de vida. Sabemos que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos primero como individuos, después como creativos, como transformadores o estrategas, así que… Una experiencia, una historia, lo que cuentas, lo que sabes…. eso es el diseño. Es un estilo de vida porque nos relacionamos con otros individuos para conocer o identificar sus necesidades, interactuamos e incluso al final nos volvemos usuarios también. Desarrollamos ideas y modificamos nuestro entorno. Siempre que se configure un mensaje, se construya un espacio o se materialce un objeto, detrás existirá un engrane para que pueda funcionar, el engrane es el diseño y trabaja aprisa… esa velocidad de nuestro oficio ha llevado a la innovación de herramientas, tecnologías, conceptos, que mucho acercan al individuo a un mundo cada vez más virtual, que además él mismo lo ha ido revolucionando. Bajo ese mundo “virtual”, el impacto de la comunicación, la expresión de las culturas y de las sociedades, son más globales por su evidente alcance. Como diseñadores tratamos de entrejer un contenedor de sentido, significado, identidad, que (como objetivo) se pueda adaptar a cualquier sistema o código cultural y lo transmitimos a través de esa virtualidad… o bien a través de un mundo cada vez más estrecho e identificado en problemáticas y necesidades. Ante esta apreciación diseñar entonces, une, integra y refleja una visión de nuestra realidad. Evidentemente no solo es producir o “virtualizar”, es mucho más que configurar un objeto o un mensaje. Sabemos que nuestra disciplina se trata de una constante búsqueda de formas, contenidos, procesos, etc, y uno de los objetivos es justamente experimentar pero debemos tener claro que para crear esa experiencia hay que “humanizar el diseño”, es decir, necesitamos enfocar la parte humana y nunca dejarla a un lado. El individuo finalmente vive (se apropia) de los objetos que proyectamos, desde la forma de uso hasta su interpretación, así que en todas las etapas de nuestro diseño hay que considerar que inerhente a la parte conceptual existe una persona (audiencia) que acciona la realidad que vamos a ir construyendo. Creo que para lograr que algún día, el diseño nos alcance como creativos o como usuarios (si es que metafóricamente se pudiera, porque ciertamente deberíamos estar un paso adelante de él), primero debemos transformar nuestra propia cultura material. Debemos encontrar otro sentido, tal como si fuera una necesidad urgente para poder revalorar la función social de nuestro campo. Como lo mencioné al principio, diseñar es un estilo de vida. Ustedes qué opinan?
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