¿Te has preguntado cuántas veces has escuchado chistes que no te dan ni un poco de risa? La verdad yo tampoco, pero me pareció la mejor manera de comparar la poca gracia de un chiste mal contado con la poca efectividad de un brief mal contado. Sí, ese documento que debe ser concreto y resumir las características de la marca de tal forma que su contenido nos ayude a determinar una buena o mala estrategia y un “woooow” o un “no me gusta” por parte del cliente. Todo se resume a: chiste bien dicho, explosión en risas y carcajadas y brief bien contado, igual a brief entendido y a una muy probable buena idea, ojo, no aseguro que este documento es mágico y tiene el poder de darnos la idea del millón, pero sí es básico y vital contar con él. Cuando has entendido bien su contenido estás preparado para poner a trabajar todos tus sentidos, tus fuerzas y para comenzar a rezarle a tus santos favoritos para que la búsqueda de información que te llevará a obtener esa gran idea resulte todo un éxito, sino, puedes prepararte para presentar nada en la primer junta de revisión del brief, lo cual sin duda es muy triste, ya que estás ahí como cavernícola escuchando las ideas que tiran todos los demás, claro ideas basadas en lo que entendieron y por supuesto sin la eficacia suficiente para dejar con la boca abierta al Director Creativo, pero ¡alto! Ese Director como que no te contó bien de qué trataba la dinámica y como que tú no preguntaste, entonces ¿de quién es la culpa? Exacto, ya te diste cuenta de que la culpa no es más que tuya, te das cuenta que dar por hecho cosas dentro de una agencia (es este caso) no es opción y que mantener la mano arriba se tiene que convertir en tu actividad favorita. La consecuencia de no conocer a fondo los renglones de un brief es que todas tus expectativas y obvio las del cliente se verán pisadas, lo que puede traducirse en no ganar una cuenta o en ponerla en peligro y comenzarás a pensar en el mal trabajo que estás haciendo, sin embargo si ya caíste en eso una vez, no hay más que aprender e ir a lo siguiente asegurándote de no volver a dejar pasar por alto esas dudas y si eres a quien le toca explicar el contenido del brief indudablemente comenzarás a usar otros métodos para confirmar su entendimiento y te mantendrás muy cerca de todo el proceso, porque tan puede pasarle a un novato como al más experimentado. Aquí el reto es ser un buen contador y narrador para que puedas transmitir la idea que trae ese jugozo papelito y estar bien atento a cualquier cosa útil en la cual basarte para poder trabajar sobre ella y así llevar un concepto de tal excelencia que el cliente no pueda rechazarlo y lo dejes con ganas de seguir trabajando contigo, con todo tu equipo y con esa agencia que te está dando la oportunidad de trabajar para marcas buenas, bonitas y nada baratas, pero sí muy divertidas, las cuales todos los días te hacen salir de la caja y pensar diferente. Imagen cortesía de iStock
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