Una crítica constructiva debe tomarse como tal, como un apoyo para mejorar tu desempeño. Rescatar los puntos importantes de la opiniones de los demás hará que la calidad de nuestro trabajo mejore, apuntalando cada uno de nuestros próximos proyectos de manera superior. La crítica positiva ayuda a tener una visión más amplia, desde diferentes perspectivas. Ha contextualizar desde otras aristas. La crítica fomenta la tolerancia y el dialogo, ayuda a comprender a toda expresión como resultado complejo de una estructura sociocultural. En fin, la crítica es una técnica que amplía el campo intelectual de los creadores y del público receptor. La publicidad, como industria, crece día con día. Cada vez son mayores los esfuerzos publicitarios por presentarnos de una manera más creativa productos, servicios, marcas, modos de vida, necesidades, deseos, apariencias, causas sociales, personajes políticos, etc. Y como toda industria ha generado una serie de críticas hacia su labor. Actualmente existe una gran serie de festivales –que acrecientan su número cada año- que premia a los contenidos publicitarios alrededor del mundo. Si el cine tiene el Oscar, el Globo de Oro o los BAFTA; la música los Grammy; el periodismo el Pulitzer; la televisión los Emmy; la publicidad cuenta con Cannes Lions, One Show, Clio, Effies, El Sol, FIAP, El Ojo de Iberoamérica y un largo etcétera, que galardona a lo “mejor” de la publicidad mundial año con año. En una industria que pareciera moverse por el ego, el camino hacia una genuina crítica publicitaria parece inminente y necesario. Los festivales, como crítica académica, por designarla de alguna manera, galardonan el trabajo que desde su perspectiva y parámetros merece trascender. Es entonces cuando la crítica periodística debe levantarse y alzar la mano, no sólo para vanagloriar lo bien hecho sino para condenar las muestras conservadoras y poco constructivas. La crítica publicitaria en medios impresos, audiovisuales o digitales, como los blogs, son un bien necesario que están aportando, sin duda alguna, a la cimentación y edificación de mejores contenidos publicitarios. Año con año los festivales premian a las más destacadas piezas publicitarias, y regularmente vemos desfilar a las mismas agencias y a los mismos anunciantes. Pero ¿cuántas de estas piezas premiadas vemos regularmente en la cotidianidad? (Las agencias realizan generalmente obras modificadas o específicas para las premiaciones). Es entonces cuando la crítica publicitaria local toma relevancia, cuando tiene la posibilidad de ver y analizar la publicidad que observa el público en un día normal. La industria publicitaria se involucra cada día más en nuestras vidas, debido a su crecimiento y expansión, gracias al alcance masivo que tiene como expresión sociocultural –sin olvidar nunca su labor comercial-, por lo que cada una de sus piezas debe valorarse no sólo desde sus objetivos –de venta, de imagen, de propagación, etc.- sino desde una perspectiva social. La publicidad de hoy en día y del futuro tendrá que velar más por el público y tendrá que adaptarse como un mejorador de vida (al menos esa es mi postura). Y para conseguirlo, los creadores y las marcas necesitan cada vez más de la crítica. Ya no basta con que las marcas le digan a su público lo que necesita, no basta con presentar promociones, beneficios. Ya no son suficientes los esfuerzos por presentar ilusiones que nos lleven a un consumismo acelerado, donde los clichés y estereotipos prevalezcan, donde la ética publicitaria ceda ante los intereses de las marcas. La crítica publicitaria se vuelve, a partir de todos estos puntos, algo imprescindible que despierte el interés del público y ayude a mejorar la industria, a partir de la evaluación de su contenido, su creatividad, del impacto que genere en la gente, de los elementos que vincula, de su conformación cultural y de su aporte a la sociedad; no únicamente de lo “maravillosa” que sea su producción. La publicidad como creación del hombre, como manifestación del pensamiento –obviamente regido por objetivos- merece de una crítica constructiva libre, que no sólo la alabe o la denuncie, también, y sobre todo, que aporte. Si la crítica es algo natural en el hombre y la sociedad apliquémosla a esta bella industria y hagamos que mejore en todos sus aspectos.
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