A nadie le gusta la famosa tipografía Comic Sans, a menos de que estén en segundaria claro. Esta pequeña incomprendida ha sido y seguirá siendo uno de los momentos más oscuros para el diseño gráfico. La tipografía fue creada en 1994 por Vincent Connare para la empresa Microsoft Corporation. Dado que en esos años las familias tipográficas eran escasas y mucho más para ordenadores, la informal fuente comenzó a ser popular. Con el paso de los años y el surgimiento de más familias tipográficas, el patito feo del diseño fue mal visto por las estilizadas letras patinadas y la siempre bella Helvética. 20 años después de la creación de Comic Sans y el auge de la cultura hipster, Jesse England nos presenta una máquina de escribir con esta fuente. Sabemos que objetos como máquinas de escribir, toca discos, cámaras análogas son consumidas por la tribu urbana del bigote y los lentes de pasta. Pero ¿Comprarían una máquina de escribir cuya fuente es CS? Así es, Comic Sans ha decidido salir de nuestras computadoras e instalarse en la vieja escuela de la escritura, las máquinas de escribir. England explica su experimento como parte de una reflexión del consumismo de los medios. Este sujeto afirma que debido a la mala aceptación que Comic tiene entre los jóvenes, decidió utilizarla para “Provocar una reacción”.
Los haters del ‘Comic Sans’ creen que su diseño infantil lo hace inapropiado para la mayoría de los usos en la vida diaria o para cualquier uso.
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