Para entender las necesidades del diseño, es importante empezar a interactuar con nuestro entorno y con las diversas problemáticas que envuelven a la audiencia. Adentrarnos a la cultura del receptor facilitará el reconocimiento de su contexto, su lenguaje, su semiosis y su estilo de vida. Así podrémos dirigir nuestros conceptos para darle sentido al mensaje que debemos configurar. Visualizar la integración del target como centro de los proyectos, permitirá objetivizar las necesidades del diseño, que bajo mi punto de vista pueden ser cuatro: La primera es la necesidad de ser enseñado. El diseño debe brindar autonomía al usuario para apropiarse del mensaje o producto, debe enseñar su propio uso, su propia funcionalidad para que la audiencia encuentre utilidad y pueda crear nuevas formas de interacción de las que debe aprender por sí solo. La nombro como la primera necesidad porque este aspecto debe formar parte de la planeación y proyección del diseño. La segunda es la necesidad de ser interpretado. Una vez que se planeó el aspecto funcional del diseño, existirá la interpretación del usuario. Esta interpretación es la que le va a permitir una percepción lógica y de sentido a nuestro mensaje u objeto. Cubriendo este alcance, la audiencia podrá connotar esa utilidad que he mencionado y la accionará. Aquí, es necesario recordar que solo podrémos asimilar su interpretación si mantenemos un contacto eficaz con el target. La tercera es la necesidad de ser comunicado. Es necesario buscar la mejor solución para configurar nuestro mensaje y comunicarlo (proyectarlo) en los distintos medios o canales, con el ideal de convencer o impactar a la audiencia conforme a la estrategia planteada de inicio. La cuarta es la necesidad de crear una experiencia. Veamos, podemos crear un sentido de pertenencia o de apropiación y esto hace que la audiencia se identifique de alguna manera con nuestra pieza, con nuestro producto o con alguna marca. Por ejemplo asociar y ligar el objeto de diseño con algún recuerdo, representa un cúmulo de experiencias para el usuario. Entre más asociado esté nuestro mensaje con recuerdos o emociones, el usuario encontrará mayor afinidad y desarrollará nuevas formas de interpretarción que nos lleve a una retroalimentación positiva, pero, volviendo al punto de partida, para lograr esto tenemos que integrarnos a su contexto, debemos conocer sus expectativas. Así que, las necesidades del diseño van desde la parte proyectual hasta llegar al uso de la audiencia, pasando por la funcionalidad y utilidad del producto final, creando experiencias dentro de un contexto específico. Aquí lo importante, para que se perciba como un buen diseño que ha cubierto su propia necesidad (o su objetivo), es justamente poder generar una buena experiencia y una mejor calidad de vida del individuo. Me despido, ¿qué opinan?
Autor
Erika Valenzuela
Originaria del DF pero radicada en Ciudad Juárez, es diseñadora gráfica, en el 2008 comienza la maestría en Diseño Holístico donde se adentra a investigar, publicando sobre temas como tecnología, diseño y entorno social. Dede entonces continúa escribiendo, emprende proyectos de diseño y ha dado conferencias. Este año ha publicado en la revista Código en sus versiones impresa y electrónica, es colaboradora también del blog GraphicLust y es editora en FOROALFA. @dgraphicstyle.
Imagen cortesía de iStock
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