Déjenme adivinar: ustedes piensan que tienen el cliente más difícil, bueno esto es algo que nos pasa a todos y con todos me refiero a todas las personas que se dedican al servicio al cliente: ventas, servicio en tiendas de cualquier tipo y hasta los meseros, quienes sufren de clientes odiosos. En las agencias los clientes son “los malos de la película”, y en muchos casos las personas que generan un desvelón de aquellos, pero se han puesto a pensar, que muchas veces, ¿los clientes buscan cumplir con un mandato encomendado por su jefe en cuestión? Así es, a ellos no les importa si la idea ganará un Gran Prix, ellos están buscando cumplir los objetivos de su producto o marca, y por su puesto que esto es muy frustrante, pero comparando esta historia con otra, imaginen cuando ustedes se convierten en clientes de un restaurante: ¿a ustedes les importaría que ese platillo ganó el premio nacional de chefs de México?, más bien me parece que si cumple con el objetivo de calmar su hambre feroz sería más que suficiente. En cualquier caso piensen que los clientes aunque pierdan la razón de todos modos la tienen, ¡aunque no la tengan!, parece trabalenguas. Mejor los invito a hacer un ejercicio sencillo, antes de odiar a su cliente más que a nadie en el mundo: piensen, qué tan odiosos son ustedes como clientes y hagan una sencilla comparación, se van a sorprender. Continuará…
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Soy redactora, me sigue divirtiendo escribir una cabeza con el 50% de descuento más grande de la historia, frases que repitan hasta 4 veces el nombre de la marca, EN EL MISMO RENGLÓN y un copy que comience, por mandatorio del cliente, con la palabra: descubre.
Imagen cortesía de iStock
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